MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
La principal coalición opositora egipcia, el Frente de Salvación Nacional (FSN), ha convocado una manifestación el viernes frente al Tribunal Supremo en solidaridad con los cinco activistas sobre los que la Fiscalía emitió una orden de arresto por su presunta responsabilidad en los enfrentamientos registrados la semana pasada en las inmediaciones de la sede central de Hermanos Musulmanes, que se saldaron con más de doscientos heridos.
Osama el Gazali Harb y Hussein Abdel Ghani, dos de los principales cargos de la formación, han criticado duramente al presidente del país, Mohamed Mursi, y a Hermanos Musulmanes --movimiento del que procede el mandatario--, a los que han descrito como "fascistas".
Las críticas por parte de las fuerzas revolucionarias contra Hermanos Musulmanes --que no se unió en un principio a las manifestaciones-- han ido en incremento debido a lo que la oposición considera como una aquiescencia por parte de la formación islamista con los elementos del antiguo Gobierno.
Tras la llegada al poder del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas tras la salida del poder del expresidente Hosni Mubarak, Hermanos Musulmanes hizo un llamamiento al fin de las protestas y se posicionó cerca de las autoridades interinas --personificadas en el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas--, lo que fue considerado una "traición" a la revolución y sus objetivos.
Las tensiones han aumentado a raíz la victoria en las posteriores elecciones presidenciales de Mursi y de sus medidas, que las fuerzas revolucionarias consideran destinadas a beneficiar al grupo y a impedir un progreso real en las demandas mantenidas durante las protestas en el país.
Entre las medidas más controvertidas estuvo el la sustitución del fiscal general, una medida que violó la independencia del aparato judicial, que rechazó de plano la medida. Pese a ello, el elegido de el presidente, Talaat Abdulá, ha seguido en el cargo, si bien este mismo miércoles un tribunal ha revocado la destitución del anterior fiscal general, Abdel-Meguid Mahmud, próximo a Mubarak.
"En su reciente discurso (del domingo), Mursi amenazó con arrestar a la oposición. Las órdenes de arresto de los activistas instigadas por el fiscal general llegaron como una traducción inmediata de sus amenazas, que sirven a la agenda de Hermanos Musulmanes", ha dicho Harb. "Rechazamos que Mursi use a la Fiscalía para sus fines políticos", ha agregado.
Por su parte, Abdel Ghani ha apuntado que Mursi "ha aumentado las divisiones entre los egipcios y ha incitado a la violencia contra los medios de comunicación", tras el que decenas de islamistas asediaron la Ciudad de Producción de Medios de Egipto (EMPC, por sus siglas en inglés) que acoge a numerosos medios de comunicación del país.
"Hermanos Musulmanes han mostrado su verdadera cara, pero no nos van a intimidar estas amenazas. Seguiremos al lado de los activistas. El fiscal general ha ignorado los informes sobre el asalto contra (el activista Ahmed) Duma, pero ha respondido a la petición de Hermanos", ha agregado, según ha informado el diario egipcio 'Al Ahram'.
"Los egipcios han dejado claro que no quieren este régimen", ha valorado Abdel Ghani, antes de recordar que "un total de 14.000 residentes de Mokattam --donde se encuentra la sede del movimiento islamista-- han firmado una petición para pedir a Hermanos Musulmanes que recoloque su sede porque no les quieren allí".
ÓRDENES DE DETENCIÓN
La Fiscalía emitió el lunes órdenes de arresto contra los activistas Alaa Abdel Fatah, Ahmed Duma, Hazem Abdel Azim, Karim al Shaer y Ahmed Ghoneimi, de los que únicamente Abdel Fatah compareció ante las autoridades, si bien fue puesto en libertad poco después tras negarse a cooperar con los investigadores.
El activista llegó a las 13.00 horas (12.00 horas en la España peninsular) junto a su mujer y su hijo de 14 meses, vestido de blanco --el único color permitido para las personas bajo detención temporal-- y con una mochila con algunas pertenencias. Tras anunciar que estaba detenido, los concentrados en los alrededores gritaron 'Alaa, tu estancia en la cárcel nos liberará'.
"Me entrego para no ser considerado un fugitivo de la justicia, pero no reconozco al fiscal general", dijo a su llegada al Tribunal Superior.
La madre de Abdel Fatah, Laila Sueif --profesora de matemáticas de la Universidad de El Cairo e importante activista del país--, afirmó que los otros cuatro activistas sobre los que pesa la orden de arresto decidieron quedarse en casa.
Varios cientos de personas se concentraron frente a la sede del organismo para condenar las órdenes de arresto contra los activistas, que jugaron un importante papel durante la revolución que derrocó a Mubarak.
Los presentes en la protesta, convocada por el Partido Constitución y la campaña No a los Juicios Militares contra Civiles, corearon cánticos contra Hermanos Musulmanes, Mursi y Abdulá, al grito de 'Ellos dicen libertad y justicia --nombre del partido político de la formación islamista--, nosotros vemos mentira y villanía'.
Asimismo, portaron carteles en los que se podía leer 'Todos somos Alaa Abdel Fatah' y 'Todos somos Ahmed Doma', en referencia al grupo de Facebook 'Todos somos Jaled Said', que surgió tras el asesinato a manos de la Policía de un joven en Alejandría en junio de 2010 tras ser torturado por varios agentes. Su muerte desató una oleada de protestas contra la tortura y fue uno de los catalizadores de la posterior revolución.
Entre los presentes en las protestas estuvo el excandidato presidencial y abogado pro Derechos Humanos Jalid Alí, que resultó herido en un brazo en los enfrentamientos del viernes en Mokattam. Alí, otro importante activista y una de las principales figuras de la oposición izquierdista antes y después de la revolución, ha encabezado los cánticos.
Por su parte, el Centro Jurídico Hisham Mubarak --fundado en 1999 por Ahmed Seif, esposo de Sueif y padre de Abdel Fatah--, que se ha hecho cargo de la defensa de numerosos activistas desde su fundación, apuntó que los detalles sobre los cargos presentados contra Abdel Fatah y las pruebas aún no han sido hechos públicos.
'VIERNES DE LA RESTAURACIÓN DE LA DIGNIDAD'
La jornada de protesta contra la formación islamista, que recibió el nombre de 'Viernes de la Restauración de la Dignidad' fue convocada tras el ataque a mediados de mes a varios manifestantes, periodistas y fotógrafos cuando un grupo de jóvenes intentaba dibujar un grafiti contra el movimiento en los alrededores de su sede.
Pese a que Hermanos Musulmanes pidió disculpas por las agresiones --entre cuyos responsables había varios miembros del grupo-- a través de un comunicado por los incidentes, el Sindicato de Periodistas respondió que las mismas no eran suficientes.
El comunicado de disculpa fue publicado por el grupo islamista en su página oficial de Facebook apenas un día después de que cientos de periodistas egipcios celebraran una vigilia frente a la sede del sindicato para denunciar dichas agresiones.
"La disculpa de Hermanos Musulmanes no es suficiente, ya que no afirma que los responsables de los ataques serán castigados por sus actos", dijo Jaled el Miry, miembro de la organización sindical.
El Sindicato de Periodistas se ha mostrado muy crítico en los últimos meses con lo que percibe como un intento por parte de Hermanos Musulmanes de controlar los medios en su favor y de evitar toda crítica a la formación por sus políticas.
Los alrededores de la sede del sindicato fueron un punto de reunión de los activistas egipcios en los años anteriores a la revolución que derrocó a Mubarak en 2011 y muchos de sus miembros han permanecido muy activos tras la llegada al poder de Mursi en una campaña para asegurar unas mayores libertades de expresión y de prensa en el país.