AMÁN, 7 Ago. (Reuters/EP) -
Las fuerzas del régimen de Bashar al Assad han intensificado este lunes sus bombardeos y ataques aéreos contra los últimos enclaves que conservan los rebeldes en la capital, siria, Damasco, según fuentes opositoras y testigos que han confirmado unos ataques de una contundencia sin precedentes en estos últimos meses.
Desde el estratégico Monte Qasyoun, las fuerzas de élite del Gobierno han atacado el barrio de Jobar, situado a sólo dos kilómetros de la Ciudad Vieja y aledaño a Ain Terma (Ghuta Oriental). La ofensiva ha terminado de cerrar un alto el fuego de dos semanas impulsado por Rusia para la zona de Ghuta Oriental, en el este de Damasco.
Vecinos y efectivos de ayuda han asegurado que el Ejército ha intensificado los ataques sobre áreas urbanas de esta zona y al menos 15 personas habrían perdido la vida durante tres días de bombardeo sostenido. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha informado, además, de que al menos 20 soldados han muerto, han resultado heridos o han sido capturados en las últimas 24 horas.
La ofensiva, aunque de forma menos intensa, también se extiende a Zamalka, Harasta y Kafr Btna --ubicados igualmente en Ghuta Oriental--. Los vídeos difundidos por activistas locales en redes sociales muestran aviones sobrevolando Ain Tarma y Jobar, donde también se aprecian tiroteos y columnas de humo.
Ghuta Oriental ha permanecido bajo control rebelde gran parte del conflicto, iniciado en marzo de 2011. Más de medio millón de personas vivían en esta zona antes de que estallase la guerra, pero ahora barrios como el de Ain Terma parecen ciudades fantasma, en palabras de sus propios vecinos.
"No hay vida. El terror es continuo y la gente no sale de sus sótanos", ha contado Abdulá al Jatif, un antiguo electricista que vive junto a ocho miembros de su familia. Los civiles denuncian que el régimen está atacando con cohetes 'elefante', un tipo de arma imprecisa e improvisada que se suele elaborar a partir de bombonas de gas para ser lanzada desde altura.
