Las fuerzas iraquíes avanzan en el este de Mosul y destruyen tres fábricas de bombas yihadistas

Soldados iraquíes en la ofensiva sobre Mosul
REUTERS/MOHAMMED SALEM
Actualizado: viernes, 9 diciembre 2016 20:46


BAGDAD, 9 Dic. (Reuters/EP) -

Las fuerzas iraquíes han recuperado otro barrio en el este de Mosul este viernes --un nuevo avance del Ejército de Irak que ha empujado aún más a los yihadistas al interior de la ciudad-- y han destruido tres enclaves donde los milicianos fabricaban bombas para perpetrar atentados suicidas, según han informado fuentes de las tropas iraquíes.

El comandante iraquí a cargo de las operaciones, el teniente general Absul Ameer Rasheed Yaralá, ha señalado que las unidades especiales del Servicio Antiterrorista, encargadas de liderar la ofensiva, han logrado recapturar el distrito de Tamín, localizado entre el este de la ciudad y la orilla del río Tigris.

Según ha asegurado Yaralá en un comunicado, varios jets de combate iraquíes F-16 han destruido tres centrales de producción situadas en las afueras de la ciudad donde los milicianos fabricaban explosivos para los coches bomba.

La ofensiva contra el Estado Islámico en Mosul dio comienzo el pasado 17 de octubre. En el ataque están participando el Ejército iraquí --con el apoyo aéreo de una coalición internacional liderada por Estados Unidos-- los peshmerga y varias milicias chiíes.

Se estima que las fuerzas iraquíes cuentan con alrededor de 100.000 efectivos, mientras que los milicianos yihadistas no pueden ser más de 6.000. Mosul es la ciudad más grande en manos de Estado Islámico y su pérdida supondría una derrota clave en Irak, dos años después de que su líder, Abú Bakr al Baghdadi, proclamase un califato en las zonas que controlaba en Irak y Siria.

La campaña ha cumplido ocho semanas este lunes, y a pesar de los significativos avances del Ejército iraquí, los milicianos continúan dominando tres cuartas partes de la ciudad, donde todavía viven alrededor de un millón de personas en pésimas condiciones humanitarias.

El Estado Islámico ha perdido gran parte del territorio que controlaba en Oriente Próximo en los últimos meses, ya que ha sido expulsado de las ciudades de Tikrit, Ramadi y Faluya. No obstante, continúa controlando gran parte de las regiones rurales del norte de Irak cercanas a la frontera con Siria, donde la mayor parte de la población es suní.

TOMA DEL HOSPITAL SALAM

Este mismo martes, unidades del Ejército iraquí lanzaron un nuevo asalto en el sureste de Mosul y consiguieron hacerse con el control del hospital Salam, en el barrio de Wahda, cerca de la orilla del río Tigris. De acuerdo con fuentes militares, los milicianos de negro utilizaban el centro médico como una base militar.

En los últimos combates se ha producido un importante cambio de estrategia entre las tropas iraquíes, después de semanas avanzando de forma lenta y minuciosa. Debido a que todavía residen en la ciudad un millar de civiles, las fuerzas del Ejército iraquí han ido despejando los distritos del este de la ciudad bloque a bloque. Sin embargo, a pesar de que este último ataque ha sido muy rápido y eficaz, ha dejado a sus unidades en una posición muy vulnerable.

Por otro lado, su avance está siendo especialmente lento porque los soldados iraquíes están teniendo grandes dificultades a la hora de hacer frente a las defensas yihadistas. El Estado Islámico está defendiendo sus posiciones en el este de la ciudad mediante el uso de coches bomba, tiradores escondidos, escudos humanos civiles, minas antipersona, explosivos trampa y atentados suicidas. También han cavado una red de túneles debajo de la ciudad que les permite emboscar a las tropas iraquíes.