Actualizado: jueves, 10 diciembre 2015 18:44

BAGDAD, 10 Dic. (Reuters/EP) -

Las fuerzas de seguridad iraquíes han hecho avances en dos frentes en la ciudad de Ramadi, expulsando a combatientes del grupo terrorista Estado Islámico de una base de mando militar clave y de un barrio del este, según han informado este jueves fuentes militares.

"Las tropas del Ejército y las fuerzas antiterroristas han lanzado ofensivas simultáneas en los frentes del norte y el este y han logrado hacer un avance sorprendente", ha celebrado el portavoz de las operaciones conjuntas, el general de brigada Yahya Rasool.

El centro de Ramadi, la capital de la provincia del Anbar, permanece bajo control de los yihadistas, pero Rasool ha asegurado que los milicianos están perdiendo iniciativa y sufriendo escasez de comida y de munición, después de que las fuerzas gubernamentales cortaran en noviembre sus últimas vías de suministro en la ciudad.

Rasool ha explicado que han interceptado una llamada por radio en la que se oían quejas sobre la escasez de comida y de munición. "Está bastante claro que están desesperados y se están desmoronando", ha añadido.

La sede del mando de operaciones de Anbar y el barrio occidental de Taamin son importantes estratégicamente porque desde ahí se pueden ver otras zonas de Ramadi que están todavía bajo control de Estado Islámico, han subrayado Rasool y un portavoz de las fuerzas antiterroristas, Sabah al Numani.

"Retomar Taamin después de una notable ofensiva ha evitado que los terroristas evacuen grandes reservas de munición, que han dejado atrás. Es un fuerte golpe a su moral", ha destacado Al Numani.

La recuperación de ambas zonas de Ramadi podría ser un impulso para los esfuerzos del debilitado Gobierno por retomar la ciudad, que cayó en manos de Estado Islámico en mayo. Fue la mayor derrota para el Ejecutivo en casi un año y redujo las esperanzas de acabar con el grupo terrorista, que se extiende por el norte y este del país.

La Inteligencia iraquí estima que en Ramadi hay entre 250 y 300 combatientes, mientras que fuentes locales y líderes tribales cifran entre 1.200 y 1.700 las familias que permanecen atrapadas por los islamistas dentro de la ciudad.

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