Ghani anuncia el reinicio de la ofensiva contra los talibán ante el incremento de los ataques en Afganistán

El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani - Britta Pedersen/zb/dpa - Archivo
Actualizado: martes, 12 mayo 2020 17:00

Los insurgentes acusan a "enemigos de la paz" de los ataques en Kabul y Nangarhar

MADRID, 12 (EUROPA PRESS)

El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ha anunciado este martes el reinicio de la ofensiva de las fuerzas de seguridad contra los talibán a causa del incremento de los ataques a pesar de los intentos por lanzar un proceso de paz en el país.

Ghani ha indicado en un mensaje televisado a la nación que los insurgentes han rechazado los diversos llamamientos a un alto el fuego y ha recalcado que las fuerzas afganas pasarán de una postura de "defensa activa" a una de "ofensiva".

La postura de "defensa activa" fue ordenada a mediados de marzo por el ministro de Defensa de Afganistán, Asadulá Jalid, debido al aumento de los ataques de los talibán tras la firma del histórico acuerdo de paz del 29 de febrero con Estados Unidos y después del fin de los siete días de "reducción de la violencia" previos a la ceremonia.

Asimismo, Ghani ha dejado claro que los llamamientos de las autoridades a un alto el fuego no suponen un síntoma de debilidad, sino un ejemplo de su compromiso con la paz, antes de pedir nuevamente a los talibán que los acepten, según ha informado la cadena de televisión afgana Tolo TV.

El anuncio ha llegado horas después de sendos ataques contra un hospital del oeste de Kabul apoyado por la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) y el funeral de un policía en el este del país, que se han saldado con cerca de 40 muertos.

En este sentido, el asesor de Seguridad Nacional, Hamdulá Mohib, ha criticado duramente a los talibán. "Los ataques de los dos últimos meses nos demuestran a nosotros y al mundo que los talibán y sus patrocinadores no pretendían ni pretenden buscar la paz", ha escrito en su Twitter.

"Sus ataques esta primavera contra los afganos son comparables con el nivel de combates de las últimas temporadas de combate", ha denunciado, defendiendo que tanto Kabul como sus socios internacionales "tienen la responsabilidad de hacer que los talibán y quienes les patrocinan rindan cuentas".

Según Mohib, "la razón para buscar la paz es poner fin a esta violencia sin sentido". "Esto no es paz ni sus inicios", ha denunciado, advirtiendo de que, "si los talibán no pueden controlar la violencia, o sus patrocinadores han subcontratado ahora su terror a otras entidades --lo cual era una de nuestras principales preocupaciones desde el principio--, entonces parece tener poco sentido seguir tratando en 'conversaciones de paz'".

LOS TALIBÁN ACUSAN A "ENEMIGOS DE LA PAZ"

Sin embargo, el portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, ha negado que el grupo integrista fundado por el mulá Mohamed Omar haya estado detrás de estos ataques, tildados por el grupo como "atroces" y achacados a "enemigos de la paz".

Los insurgentes han denunciado en un comunicado que "los enemigos de la paz han empezado a trabajar horas extra después de la firma del histórico acuerdo" con Estados Unidos "para causar el caos y la confusión" y "obstruir la aplicación exitosa del acuerdo, destinado a lograr una paz duradera en Afganistán".

"Lo hemos visto durante los últimos pocos meses y esta semana en particular se ha demostrado mortal para los civiles afganos inocentes", han dicho, antes de acusar a la "Administración criminal de Kabul" de "atacar a manifestantes, clínicas y reuniones en las provincias de Maidan Uardak, Ghor y Balj".

En este sentido, han manifestado que "hay un patrón emergente que apunta a que cuando se da un paso hacia la paz, los enemigos de la paz empiezan a cometer simultáneamente crímenes". "Inmediatamente, el desvergonzado régimen de Kabul, beneficiario de la guerra en Afganistán, acusa inmediatamente a los muyahidín", han puntualizado.

Los talibán han acusado además al Gobierno afgano de "proteger" a terroristas del grupo yihadista Estado Islámico y han añadido que "estos elementos son usados por los elementos contrarios a la paz para golpear objetivos blandos y causar víctimas entre los civiles".

Por todo ello, ha acusado al Ejecutivo de tener un sector de seguridad "integrado por escuadrones de la muerte de la CIA y mercenarios de agencias de Inteligencia extranjeras", a los que ha responsabilizado de los ataques en Kabul y Nangarhar.

"El único objetivo del Emirato Islámico --nombre del régimen de los talibán entre 1995 y 2001-- es liberar al pueblo de la opresión y lograr la paz y la prosperidad para la población de Afganistán", han destacado, antes de puntualizar que los últimos ataques sólo lograrán que los insurgentes "intenten con más firmeza lograr la estabilidad en la patria y eliminar a todos los enemigos de la paz".

EL PROCESO DE NEGOCIACIONES

Los ataques de los talibán y las operaciones de seguridad han continuado en el país a pesar del acuerdo del 29 de febrero, una situación que llevó a los insurgentes a denunciar a finales de abril que Washington no estaba cumpliendo con su parte.

Estados Unidos ha recordado en varias ocasiones que el acuerdo contempla que actuará para defender a las fuerzas de seguridad afganas a repeler ataques por parte de los talibán, en medio de los obstáculos relacionados con el proceso de liberación de presos y capturados.

El acuerdo preveía la liberación de 5.000 prisioneros de dicho grupo por parte del Gobierno afgano antes del inicio de las conversaciones de paz, lo que se ha convertido en el principal escollo de cara al pistoletazo de salida al proceso.

El Gabinete afgano aceptó liberar a 1.500 presos como gesto de buena voluntad para posibilitar el diálogo con los talibán pero los milicianos exigen que entregue a los 5.000 prisioneros contemplados en el pacto firmado con Estados Unidos.

Por contra, la Presidencia afgana ha condicionado estas liberaciones y ha pedido a los talibán que "reduzcan la violencia" y "el asesinato de afganos", ante la negativa de los insurgentes a aceptar los distintos llamamientos a un alto el fuego, incluido uno con motivo del mes de Ramadán.

El acuerdo de Doha entre los talibán y Estados Unidos estableció un calendario de retirada de las tropas estadounidenses e internacionales, pero no un alto el fuego.

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