La gobernadora de Carolina del Sur pedirá la retirada de la bandera confederada del Capitolio

Actualizado: lunes, 22 junio 2015 20:03

CHARLESTON, (CAROLINA DEL Sur), 22 Jun. (Reuters/EP) -

La gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, pedirá este lunes en una rueda de prensa que se retire del Capitolio estatal la bandera del bando confederado de la guerra de Secesión, según han informado este lunes el 'Charleston Post' y el diario 'Courier', citando fuentes no identificadas.

Este lunes por la mañana, líderes políticos y religiosos y activistas locales han pedido a las autoridades estatales la retirada de la bandera confederada del Capitolio de Carolina del Sur, después la matanza la semana pasada de nueve personas negras en una iglesia histórica de Charleston por parte de un hombre blanco armado.

"Ha llegado el momento de retirar este símbolo de odio y división de nuestro Capitolio", ha afirmado el reverendo Nelson Rivers, pastor baptista afroamericano de North Charleston, Carolina del Sur. El alcalde de la localidad de Charleston, Joseph Riley, ha asegurado que la bandera confederada es meramente "una pieza de la historia" cuyo sitio más apropiado está "en un museo".

El presidente, Barack Obama, ha afirmado este lunes en una entrevista en Internet que los asesinatos demuestran que Estados Unidos tiene todavía un largo camino que recorrer en la cuestión del racismo. "No se trata sólo de la cuestión de si decir 'negro' en público es o no es educado", ha manifestado Obama.

Mientras que algunos estadounidenses consideran la bandera un emblema de la esclavitud, otros defienden que se trata de un símbolo de la historia y la cultura del sur de Estados Unidos.

La petición de retirada del controvertido símbolo llega después de que se informara de que Dylann Roof, de 21 años y autor confeso de la matanza del miércoles, publicó en Internet un manifiesto racista y varias fotos de él mismo posando con la bandera confederada.

Roof fue arrestado el jueves y acusado de nueve cargos por asesinato después de que presuntamente acabara a tiros con un grupo de estudio bíblico de la iglesia Madre Emanuel después de haberse sentado con ellos durante más de una hora.

El ataque --producido en un año en que Estados Unidos se ha visto sacudido por las protestas después del asesinato de hombres negros desarmados por parte de varios agentes de Policía-- ha reavivado el debate nacional sobre la cuestión racial, la Policía y el sistema judicial.

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