MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior de Túnez, Lofti ben Jeddu, ha asegurado este miércoles que la organización salafista Ansar al Sharia, que fue declarada como una organización terrorista el martes, tiene vínculos con el grupo Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
"Tenemos pruebas de que Ansar al Sharia tiene lazos con AQMI y con el grupo insurgente Okba Ibn Nefaa --considerada una célula de la rama de Al Qaeda en la región--", ha dicho, antes de especificar que "toda persona que financie, ayude o pertenezca a Ansar al Sharia será perseguida por las autoridades".
La designación del grupo como organización terrorista fue sostenida por el Gobierno en base a las pruebas que le unen con el asesinato de dos figuras de la izquierda del país y de varios soldados en febrero y julio.
El portavoz del Ministerio del Interior, Mohamed Alí Arui, ha manifestado este miércoles que las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades han desvelado "fuertes lazos" entre los asesinatos de los opositores Chokri Belaid y Mohamed Brahmi, los enfrentamientos en el monte Chaambi, ubicado cerca de la frontera con Argelia, y el tráfico de armas en el país.
En este sentido, Arui ha anunciado que las fuerzas de seguridad han desbaratado varios planes para asesinar a políticos opositores en el país, así como varios intentos de infiltrar armas a través de las fronteras.
"Muchos de los sospechosos del tráfico de armas y de la planificación de atentados pertenecen a la rama militar de Ansar al Sharia", ha indicado el director de Seguridad Pública, Mustafá Taieb ben Amor, según ha informado el portal de noticias Tunisia Live.
Ben Amor ha agregado que los principales sospechosos del asesinato en febrero de Belaid, líder del Movimiento Patriótico Democrático Unificado, fuerza marxista y panárabe que forma parte del Frente Popular, se reunieron en varias ocasiones con el líder de Ansar al Sharia, Saif Alá Benahsine, alias 'Abu Iyadh', en el monte Chaambi.
En marzo, el líder de Ansar al Sharia amenazó con derrocar al nuevo Gobierno tunecino, apenas un día después de que el primer ministro, Alí Laarayedh, le acusara de introducir armas de forma ilegal en el país.
Benahsine está en busca y captura por su presunta participación en la incitación a los ciudadanos a llevar a cabo el ataque contra la Embajada de Estados Unidos en el país, que desató un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad que se saldó con cuatro tunecinos fallecidos.
El ataque contra el edificio, en cuyo interior no había personal en ese momento, se produjo apenas días después del asalto contra el consulado estadounidense en la localidad libia de Benghazi (este), en el que murieron cuatro ciudadanos estadounidenses, entre ellos el embajador del país norteamericano en Libia, Christopher Stevens.
Desde el derrocamiento del expresidente Zine el Abidine ben Alí en enero de 2011, Túnez ha sufrido un incremento de la actividad de grupos islamistas radicales que fueron suprimidos por la fuerza por el exmandatario.
La oposición ha criticado duramente al Gobierno por su fracaso en la lucha contra los grupos 'yihadistas' presentes en el país y ha acusado a las autoridades de reconocer demasiado tarde la amenaza que suponen.