PEKÍN, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno chino ha condecorado a los 15 civiles y miembros de las fuerzas de seguridad que fallecieron, junto a otras seis personas, en los enfrentamientos que se produjeron el pasado 23 de abril en la región autónoma de Xinjiang, ubicada en el noroeste del país asiático.
En una ceremonia que se ha celebrado este lunes, el Comité Regional de Partido de los Trabajadores de China (PCCh) ha nombrado "héroes antiterroristas" a estos 15 fallecidos y "miembros destacados del PCCh" a cinco de ellos.
De los 15 galardonados de forma póstuma, diez eran de la etnia uigur, tres de la etnia han y dos de la etnia mongol, según ha detallado la agencia de noticias Xinhua.
El gobernador regional, Nur Bekri, ha subrayado que los enfrentamientos no fueron de carácter religioso o étnico, sino que fueron un "acto de terrorismo destinado a socavar la unidad nacional". "Es una lucha política entre separatistas y no separatistas", ha sostenido.
Nur ha explicado que, a pesar de que la situación actual es estable, Xinjiang se enfrenta a numerosos desafíos debido a factores internos y externos que ha definido como "las tres fuerzas diabólicas: el terrorismo, el extremismo y el separatismo".
El gobernador regional ha subrayado que "no va a haber cesiones en los compromisos" asumidos por las autoridades chinas en Xinjiang, por lo que ha advertido de que actuará con "mano dura" ante cualquier actividad de estas características.
La versión oficial indica que los enfrentamientos del pasado 23 de abril se desataron por los registros efectuados por las fuerzas de seguridad chinas en varias viviendas de Xinjiang en busca de armas y por "ataques terroristas".
No obstante, el Congreso Mundial Uigur ha asegurado que los disturbios se desataron por la muerte de un joven uigur a manos de "personal armado chino" en medio de una "campaña de limpieza" del Gobierno.
Las autoridades chinas han informado este lunes de que ya han sido detenidas 19 personas por su presunta implicación en estos hechos y de que se han incautado de varios artefactos explosivos en los allanamientos practicados.
Xinjiang es una zona de continuas tensiones debido a que allí se concentra la población uigur y, según han denunciado varias organizaciones humanitarias, las autoridades chinas están intentando introducir a la etnia han --la más numerosa en el resto del país-- en una especie de limpieza étnica.
El último gran conflicto tuvo lugar en el verano de 2009, cuando al menos 200 personas murieron por los enfrentamientos entre uigures, chinos han y fuerzas de seguridad. Las autoridades lo atribuyeron a conflictos entre comunidades.
