MEIJTILA, 22 Mar. (Reuters/EP) -
Las autoridades birmanas han declarado el estado de emergencia en cuatro localidades del centro del país tras aumentar a 20 la cifra de fallecidos en los enfrentamientos de los tres últimos días entre budistas y musulmanes.
El conflicto comenzó en la localidad de Meijtila tras una discusión entre una pareja de budistas y el dueño musulmán de una tienda de oro que pronto degeneró en un enfrentamiento que involucró a cientos de personas, se extendió a tres localidades cercanas, y ha terminado sobrepasando a la Policía. Esta pasada noche se decretó el toque de queda y el Ejército se ha presentado esta mañana en las zonas conflictivas.
Al menos una mezquita, una madrasa, varias tiendas y una sede de Gobierno han sido reducidas a cenizas en Meijtila, donde también han ardido numerosas viviendas budistas y musulmanas.
De momento, al menos 20 personas han muerto y decenas han resultado heridas. Más de 2.000 personas se han desplazado a campos de refugiados para escapar de los enfrentamientos, según el diputado de la Liga Nacional para la Democracia --el partido de oposición que lidera la premio Nobel Aung San Suu Kyi--, Win Htein.
La cadena de acontecimientos recuerda al violentísimo episodio de violencia del año pasado en el estado de Rajine, en el oeste del país, donde más de 110 personas, la mayoría musulmanes de la etnia Rohingya perdieron la vida y más de 120.000 se quedaron sin hogar.
Naciones Unidas ha advertido de que la tensión sectaria podría obstaculizar seriamente el frágil proceso de transición política en Birmania, ahora en manos de un Gobierno civil pero asociado a la antigua dictadura militar.
"Los líderes religiosos y otros líderes sociales deben pedir en público a sus seguidores y que repudien la violencia, respeten la ley y promuevan la paz", declaró el representante especial del secretario general de Naciones Unidas, Vijay Nambiar.