Actualizado: miércoles, 9 septiembre 2015 23:46

BEIRUT, 9 Sep. (Reuters/EP) -

El Gobierno libanés ha acordado este miércoles un plan para resolver la crisis de la recogida de las basuras, poniendo fin a una disputa que ha provocado que los residuos se apilaran en las calles de Beirut y que ha desencadenado una ola de protestas populares.

El plan a largo plazo, acordado durante una reunión de emergencia del gabinete, da a los municipios un papel principal en la gestión de los residuos locales con ayuda de expertos y supervisión, y también asigna dos vertederos en Akkar y Masnaa, cerca de la frontera con Siria.

"Vemos que este plan cumple las condiciones (...) esta noche el gabinete ha acordado una solución medioambiental que es sostenible y segura", ha explicado el ministro de Agricultura, Akram Shehayeb, que ha dirigido el equipo que ha elaborado el plan. Por el momento no está claro si el plan requiere aprobación parlamentaria o si los libaneses que se echaron a las calles lo aceptarán.

La crisis de las basuras desencadenó multitudinarias protestas, con algunos libaneses reclamando incluso la dimisión del Gobierno. La reunión del gabinete, que ha durado varias horas, se ha producido poco después de que una reunión de "diálogo nacional" terminara sin una aparente decisión sobre una salida a la crisis.

Este miércoles, las fuerzas de seguridad libaneses habían cerrado el centro de Beirut ante la previsión de una protesta contra el Gobierno por su gestión, incluida la crisis de la basura. Los manifestantes han sido mantenidos lejos de los edificios gubernamentales por los soldados y las alambradas de espino, mientras los políticos se reunían para buscar una solución.

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