El Gobierno sospecha que el suceso en la plaza de Tiananmen fue un atentado suicida

Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 21:54

PEKÍN, 29 Oct. (Reuters/EP) -

El Gobierno chino sospecha que el atropello de decenas de personas en la emblemática plaza de Tiananmen, en Pekín, que se ha saldado con al menos cinco muertos y 38 heridos, fue un atentado suicida, según fuentes conocedoras del asunto citadas por Reuters.

"Parece un atentado suicida premeditado", ha dicho una de estas fuentes, que ha hablado bajo condición de anonimato para evitar repercusiones negativas por ponerse en contacto con un medio de comunicación extranjero.

Los fallecidos son los tres ocupantes del automóvil y dos turistas, una mujer filipina y un varón de la provincia de Guangdong (en el sur de China), según la Policía. Entre los 38 heridos figuran tres turistas filipinos --dos mujeres y un hombre-- y un turista japonés.

Según informaciones policiales y médicas citadas por la agencia china de noticias Xinhua, el vehículo se estrelló contra un guardarraíl del puente Jinshui, que atraviesa el foso de la Ciudad Prohibida, y arrolló a varias personas antes de incendiarse.

El automóvil se estrelló casi frontalmente con la entrada principal de la Ciudad Prohibida, donde cuelga un enorme retrato del fundador de la República Popular China, Mao Zedong. Las llamas fueron sofocadas poco después del accidente y el tráfico recuperó su curso habitual cerca de una hora más tarde.

Este mismo lunes se ha revelado que la Policía está investigando la posible relación entre el suceso y la insurgencia uigur en la provincia de Xinjiang (oeste).

En el marco de la investigación, la Policía está recabando información en hoteles de la capital sobre posibles huéspedes sospechosos. Asimismo, ha indicado que los dos sospechosos del suceso residen en la provincia de Xinjiang.

Parte de la comunidad uigur, musulmana de lengua túrquica, acusa a Pekín de reprimir su cultura y religión, mientras que China asegura que respeta sus libertades y acusa a los extremistas de separatismo.

Sin embargo, múltiples ONG aseguran que las autoridades exageran la amenaza para justificar sus duros controles en Xinjiang, ubicada estratégicamente en la frontera con India y Pakistán.

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