MOSCÚ 29 Nov. (Reuters/EP) -
El Gobierno ruso planea subir el precio mínimo del vodka el próximo año en su búsqueda por reducir el consumo de alcohol en el país, si bien corre el riesgo de que los bebedores recurran a licores ilegales más baratos y peligrosos para la salud.
En Rusia, estudios médicos estiman que el alcoholismo contribuye al 30 por ciento de las muertes en el país, de 143 millones de habitantes.
El Gobierno ruso impuso precios mínimos para las bebidas espirituosas de mayor gradación como el vodka y el brandy en 2010 y ha ido elevándolos de forma anual. De acuerdo con un proyecto de ley publicado en una web del Gobierno, la botella de medio litro de vodka más barata costará 199 rublos (unos 4,4 euros) a partir del 1 de enero, un 17 por ciento más frente a los 170 rublos actuales.
El precio subirá aún más hasta los 220 rublos a partir del 1 de agosto, por lo que la subida será de casi el 30 por ciento con respecto a 2013.
Aunque los precios más altos han afectado las ventas de vodka en las tiendas, según cifras oficiales, los expertos advierten de que los altos precios llevarán a las personas a beber más licor de contrabando, muchas veces mortal si no está destilado de forma adecuada.
Para combatir el problema del alcoholismo, Rusia también ha aprobado medidas en los últimos años que prohíben la publicidad de bebidas espirituosas, elevan los impuestos específicos, restringen sus ventas después de las 23:00 horas y prohíben la venta de alcohol, incluida la cerveza, en los kioscos. Ahora, los parlamentarios también están debatiendo elevar la edad mínima para beber hasta los 21 desde los 18 actuales.