El general golpista Horta N'Tam toma posesión en Guinea Bissau - Europa Press/Contacto/Xinhua
MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
El general golpista y autoproclamado "presidente de transición" de Guinea Bissau, Horta N'Tam, ha asegurado que su país sigue firmemente comprometido con los organismos regionales africanos a pesar de que el país ha sido expulsado de la Unión Africana precisamente por la declaración de esta asonada que ha acabado con el depuesto presidente Umaro Sissoco Embaló refugiado en Congo.
Mientras tanto, organizaciones civiles del país han llamado a una huelga general este próximo lunes tras asegurar que lo que ha sucedido no ha sido más que un engaño orquestado por el propio Sissoco Embaló para impedir la publicación de los resultados de las últimas elecciones, detonante del golpe, en las que habría terminado derrotado por el líder opositor Fernando Dias da Costa.
Durante la toma de posesión de su nuevo gabinete este pasado sábado, el general ha reiterado que el gobierno está "a su servicio" y ha defendido que el país "respetando escrupulosamente los compromisos internacionales asumidos por el estado guineano como miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas, la Unión Africana (UA), la Comunidad de Países de Habla Portuguesa (CPLP), la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) y otras organizaciones internacionales".
Prácticamente al mismo tiempo que proclamaba este discurso, la Unión Africana anunciaba la expulsión "inmediata" de Guinea Bissau del organismo supranacional africano en respuesta al golpe de Estado perpetrado el pasado miércoles, 26 de noviembre, por las Fuerzas Armadas del país.
El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana se reunió el viernes en sesión de urgencia para abordar la situación en Guinea Bissau y decidió "suspender de inmediato la participación de la República de Guinea Bissau en todas las actividades, organismos e instituciones de la Unión hasta que se restablezca el orden constitucional en el país".
Los militares habrían detenido también a la principal figura de la oposición, Domingos Simoes Pereira, así como a los líderes involucrados en la campaña electoral del candidato Fernando Dias da Costa, principal rival de Embaló.
Las elecciones, que transcurrieron sin incidentes, se celebraron sin la participación del principal partido de la oposición, el PAIGC, y de su candidato, Domingos Simões Pereira, quienes fueron excluidos de la carrera electoral y declararon su apoyo al candidato opositor Fernando Dias da Costa.
Simões Pereira fue detenido tras el anuncio de la junta militar.
La oposición, que reivindica la victoria en las elecciones presidenciales, denuncia la intervención militar como una maniobra orquestada por el presidente saliente para impedir la divulgación de los resultados electorales.
En medio de esta crisis, las organizaciones cívicas Frente Popular, Movimento Revolucionário Po di Terra y Firkidja di Pubis, han llamado a población y trabajadores del sector público en general a participar en la desobediencia civil, a partir de este próximo lunes 1 de diciembre para exigir el restablecimiento de la "verdad electoral", el restablecimiento del orden constitucional, la liberación de los presos políticos y el fin de la "dictadura sissoquista".
En un comunicado titulado: "Llamado a la Huelga General y a la Desobediencia Civil", recogido por el portal O Democráta, las organizaciones cívicas justifican la decisión citando la necesidad de defender la integridad electoral y la liberación de presos políticos.
"El escenario político actual, marcado por un profundo ataque a la voluntad popular, a la verdad electoral y a la Constitución de la República, exige una respuesta inmediata y contundente", indican al unísono antes de llamar a una movilización popular a través de una huelga general y la apertura de una etapa de desobediencia civil.
"Estamos viendo cómo nuestra voluntad es ignorada, nuestros líderes políticos encarcelados arbitrariamente y, sobre todo, cómo la Constitución de la República queda relegada a un segundo plano", han asegurado antes de acusar a los golpistas de ser, en realidad, una extensión de Sissoco Embaló en medio de una farsa y una "falta de respeto a la población".