MADRID 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Revolucionaria de Irán ha pedido este lunes "venganza" tras la muerte del 'número dos' del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Haizam Alí Tabatabai, en un bombardeo perpetrado en la víspera por el Ejército israelí contra la capital de Líbano, Beirut, a pesar del alto el fuego en vigor desde hace casi un año.
"El derecho del Eje de Resistencia y Hezbolá a vengar la sangre de los valiente combatientes del Islam es incuestionable. En el momento oportuno, una respuesta aplastante aguardará al agresor terrorista", reza un comunicado recogido por el portal de noticias Sepah News, vinculado a la Guardia Revolucionaria.
Así, ha condenado "enérgicamente este brutal crimen", denunciando que Israel "ha cometido una vez más un flagrante crimen terrorista", que ha calificado de "cobarde", todo ello en el contexto de "un supuesto alto el fuego violado repetidamente" por la parte israelí.
También ha lamentado "el silencio y la inacción" de la comunidad internacional "ante el genocidio y las brutales acciones", así como "por el apoyo de los gobernantes belicistas y patrocinadores del terrorismo de la Casa Blanca".
El bombardeo israelí fue perpetrado contra el barrio de Haret Hreik, en el sur de la capital, y dejó cinco muertos --entre ellos Tabatabai, que figuraba en la lista de los más buscados de Estados Unidos, incluida una recompensa por información sobre su paradero-- y 28 heridos, según confirmó el Ministerio de Sanidad libanés.
Tabatabai está considerado la mano derecha del actual secretario general de la organización, Naim Qasem, que a su vez asumió el cargo tras la muerte de su predecesor, Hasán Nasralá, muerto por un ataque israelí en septiembre del año pasado. Tabatabai ocupaba un alto cargo militar dentro del partido y había servido en funciones militares en Siria y Yemen cuando ejercía como comandante de la unidad de élite de Hezbolá, la Fuerza Raduán.
Israel ha lanzado decenas de bombardeos contra Líbano a pesar del alto el fuego de noviembre de 2024 argumentando que actúa contra actividades de Hezbolá y asegura que, por ello, no viola el pacto, si bien tanto Beirut como el grupo se han mostrado críticos con estas acciones, igualmente condenadas por Naciones Unidas.
El alto el fuego contemplaba que tanto Israel como Hezbolá debían retirar sus efectivos del sur de Líbano. Sin embargo, el Ejército israelí ha mantenido cinco puestos en el territorio de su país vecino, algo también criticado por las autoridades libaneses y el grupo chií, que exigen el fin de este despliegue.