Las encuestas hablan de un empate técnico entre Pérez Molina y Colom y sitúan a Rigoberta Menchú en sexto lugar en intención de voto
CIUDAD DE GUATEMALA, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
Casi seis millones de guatemaltecos acudirán hoy a las urnas para elegir al presidente y vicepresidente de la República, y renovar el Congreso y los gobiernos municipales para los próximos cuatro años. Las encuestas sitúan el centro de la contienda electoral entre el candidato de Unidad Nacional de la Esperanza, el socialdemócrata Álvaro Colom, y el aspirante del Partido Patriota, el conservador y firmante de los Acuerdos de Paz en 1996, Otto Pérez Molina.
A pesar de que durante los últimos meses Alvaron Colom se situaba en primer lugar en las encuestas, poco a poco Pérez Molina ha ido ganando terreno hasta situarse por encima y en estos momentos todos los analistas hablan de un empate técnico entre los dos candidatos. Una de las últimas encuestas, dada a conocer por la firma Vox Latina, daba el 31,8% al general retirado y el 31,7% al industrial.
En tercer lugar de las preferencias de los electores se mantiene Alejandro Giammattei, de la gobernante Gran Alianza Nacional, con el 14,6%, y en la cuarta posición Eduardo Suger, del Centro de Acción Social, con el 8,45%. Muy por detrás quedan Luis Rabbé, del Frente Republicano Guatemalteco, y Rigoberta Menchú, de la alianza Encuentro por Guatemala.
De quedar así los resultados de las eleccioens de hoy sería necesaria una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados, que todo apunta a que serían Pérez Molina y Colom, ante lo cual los guatemaltecos tendrían una nueva una cita en las urnas el próximo 4 de noviembre. Y en ese caso, los sondeos apuntan como ganador a Otto Pérez Molina, con el 52,6% de los votos.
El apoyo para Pérez Molina es mayor entre los ladinos o mestizos, que representan el 43,75% de la población de Guatemala, ya que casi el 60% asegura que votaría por él, mientras que el 44,8% de los indígenas, que representan el 56,25% de los habitantes, lo apoyaría en una segunda vuelta. Colom, en cambio, tiene más apoyos entre los indígenas, con un 55,2%, que entre los ladinos, con un 40,9%.
RIGOBERTA
Sin duda, una de las novedades más interesante de esta campaña ha sido la candidatura lanzada por Rigoberta Menchú. Su condición de mujer, indígena y de origen humilde no le ha impedido en los últimos años convertirse en la guatemalteca de mayor trayectoria en su país, sobre todo después de que fuera distinguida con el Premio Nobal de la Paz, en 1992.
En febrero pasado anunció sus aspiraciones políticas y la creación de un nuevo partido para impulsar la presencia de los pueblos indígenas en las esferas de poder. Poco después Menchú estableció una alianza con la diputada Nineth Montenegro, del partido Encuentro por Guatemala, a la que se han sumado Fernando Montenegro, ex presidente del Cacif y de Anacafé, y el politólogo Álvaro Velásquez.
Las bases de su propuesta son una reforma constitucional para eliminar candados económicos y sociales, un nuevo pacto fiscal que termine con los privilegios y haga al país atractivo para la inversión, empleo pleno, y seguridad integral, pero sobre todo la participación de mujeres, jóvenes e indígenas.
SEGURIDAD
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta este país centroamericano son los altos índices de violencia. Y es que desde que se convocaron formalmente las elecciones, han muerto medio centenar de miembros de la clase política, en medio de los altos índices de criminalidad y de impunidad que vive el país en los últimos cuatro años.
Hace unos días 12 de los 14 partidos que se presentan a las elecciones firmaron un acuardo frente al Tribunal Supremo Electoral para mantener la calma y evitar la violencia durante las elecciones, ante la presencia de la Organización de Estados Americanos. Su intención es efectuar una contienda "limpia y justa" y no se efecturán manifestaciones o actos que impidan emitir su voto.
Francisco García, del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos, recuerda los altos índices de pobreza, la concentración de tierra en un grupo muy reducido de terratenientes y las bajas tasas de inversión social, en materia de salud, educación y vivienda, donde los gobiernos de turno no han mostrado capacidad mostrar resultados positivos en temas relacionados a seguridad.
DESIGUALDAD
Guatemala tiene una economía saludable pero el próximo gobierno deberá combatir el desempleo, aprovechar las posibilidades que ofrece el TLC con Estados Unidos y atraer la inversión. "El problema es la desigualdad. La economía crece y con ella los grandes capitales, pero los que viven en la pobreza no logran salir adelante", afirman desde la Asociación de Investigaciones y Estudios Sociales.
Y es que el informe de Desarrollo Humano de Naciones Unidas indica que el 0,5% más rico de la población concentra el 19% de la renta nacional, unos 6.000 millones de dólares anuales. Y aunque la tasa oficial de desempleo es del 3,3%, el número de trabajadores que forman parte de la economía sumergida se sitúa en cerca de 3,6 millones, los que representa el 75% de la actividad económica.
La economía guatemalteca depende en gran medida del envío de remesas de parte de los inmigrantes guatemaltecos en Estados Unidos.
En 2006, fueron 3.600 millones de dólares y en el primer semestre de este año crecieron un 12,6%. Además, el próximo presidente deberá impulsar medidas para diversificar las importaciones y atraer la inversión extranjera.
El caso es que tanto Colom como Pérez Molina aseguran que buscarán formas de mejorar los beneficios que ofrece el Tratado de Libre Comercio que Guatemala tiene con Estados Unidos, así como la necesidad de impulsar las negociaciones del acuerdo comercial que Centroamérica tiene entre manos con la Unión Europea.
