Guinea.- Registrados tiroteos esporádicos en Conakry pese al toque de queda vigente desde anoche

CONAKRY 13 Feb. (EP/AP) -

Tiroteos esporádicos han sido registrados hoy en la capital de Guinea, Conakry, pese a la prohibición a los ciudadanos de salir de sus casas en todo el día de hoy, después de que anoche el presidente Lasana Conte declarara el Estado de emergencia y el toque de queda, para tratar de poner fin a la violencia que en los últimos días se ha cobrado decenas de víctimas en el país.

Conte, blanco de las protestas, declaró a última hora de ayer la ley marcial tras tres días de disturbios en las calles entre manifestantes que exigen su dimisión y las fuerzas de seguridad, que se saldaron con al menos 27 muertos. Oposición y sindicatos guineanos piden la dimisión de Conte, a quien acusan de haber violado su compromiso para compartir el poder en el pequeño país de Africa Occidental.

"Aún se están disparando armas. No he podido dormir en toda la noche por los disparos", confirmó un residente del vecindario de Madina, Aissatou Diallo, quien afirmó que pese a la prohibición de salir a la calle, vio a gente por las calles y algunos taxis en funcionamiento.

En otro vecindario, Dar-es-Salam, testigos aseguraron haber presenciado cómo jóvenes se reunían a primera hora de esta mañana, aunque se dispersaron rápidamente tras la llegada de soldados que comenzaron a disparar al aire.

Por el momento, y por orden del presidente, el Ejército tiene el control sobre el país, después de que ayer recibieran la orden de "tomar todas las medidas necesarias" para restaurar el orden y "proteger al pueblo de Guinea del riesgo de una guerra civil", según el discurso televisado de Conte.

Según la ley guineana, la declaración de emergencia prohíbe todas las procesiones, manifestaciones y reuniones e instaura un estricto toque de queda. Los guineanos no pueden salir a las calles entre las 6.00 de la mañana y las 16.00 horas, y entre las 20.00 y las 6.00 de la mañana. Conte estableció que Guinea estará bajo efectos de la ley marcial hasta el próximo 23 de febrero.

Asimismo, esta declaración autoriza a Ejército a poner a cualquier persona acusada de participar en actividades contra el Estado bajo arresto domiciliario, y concede a las autoridades un amplio margen para registrar las propiedades privadas, espiar y verificar las conversaciones telefónicas y otros tipos de comunicaciones.

Los actos violentos comenzaron el pasado sábado, después de que Conte nombrara a un aliado suyo como primer ministro, pese a que había prometido compartir el poder. Grupos de jóvenes tomaron las calles, lanzaron piedras y arrasaron edificios, tras lo que las fuerzas de seguridad comenzaron a disparar contra las masas.

La Unión Africana (UA) emitió un comunicado en el que condenó el "desproporcionado uso de la fuerza y la represión de la población civil" por parte de los militares, y pidió una investigación independiente.

Pese a todo, Conte negó anoche haber faltado a su palabra y declaró haber cumplido "satisfactoriamente" con todas las demandas. "En respuesta a esta buena voluntad, gente muy mal intencionada restauró los movimientos de los sindicatos para ridiculizar la autoridad del Estado", acusó.

Ayer, los líderes sindicales volvieron a pedir la marcha del presidente y reanudaron las huelgas en las calles, que prometieron continuar hasta su dimisión.

El balance de los tres días de violencia es oficialmente de 27 muertos, la mayoría por heridas de bala, según fuentes médicas, aunque la Liga de los Derechos Humanos guineana eleva la cifra hasta los 57 fallecidos.