Una mujer desplazada de RDC en un autobús rumbo a un campamento de refugiados en la ciudad ruandesa de Bugarama - Europa Press/Contacto/Zanem Nety Zaidi
MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha alertado este jueves de que la escalada en el este de República Democrática del Congo (RDC) tras la reciente ofensiva del Movimiento 23 de Marzo (M23) en Kivu Sur "podría socavar" los esfuerzos para poner fin al conflicto, en el marco de los combates registrados durante los últimos días en la zona.
"(Guterres) está profundamente alarmado por la escalada de violencia en Kivu Sur y sus consecuencias humanitarias, incluido el desplazamiento de más de 200.000 personas desde el 2 de diciembre. Condena enérgicamente la ofensiva del (M23) en varias localidades de la provincia (...), que ha causado víctimas civiles", ha declarado su portavoz adjunto, Farhan Haq, en un comunicado.
El jefe de la ONU ha exigido un "cese inmediato e incondicional de las hostilidades" y ha subrayado que "esta escalada podría socavar gravemente los esfuerzos para lograr una solución sostenible de la crisis y aumentar el riesgo de una conflagración regional más amplia". Así, ha instado a las partes a "cumplir con sus compromisos adquiridos".
Por último, ha señalado que Naciones Unidas está "plenamente movilizada para trabajar con sus socios a fin de garantizar la prestación de ayuda humanitaria a quienes la necesitan" y ha reiterado su disposición a seguir apoyando los esfuerzos diplomáticos en curso para restablecerla paz en el este" del país africano y la región.
LA UA INSTA A PRIORIZAR UNA SOLUCIÓN POLÍTICA
La Unión Africana ha instado a "todas las partes interesadas a actuar con moderación y a priorizar una solución política", después de lamentar "profundamente estos enfrentamientos y la violencia perpetrada contra la población civil, que contradicen el impulso generado por el acuerdo marco de Doha y el 'Acuerdo de Washington' entre RDC y Ruanda.
El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Mahmud ali Yusuf, ha indicado en un comunicado que "sigue con profunda preocupación la evolución de la situación en la región de los Grandes Lagos, en particular los acontecimientos en Kivu Sur", así como en la provincia burundesa de Cibitoke.
Así, ha expresado su solidaridad, y de la UA, con las poblaciones civiles afectadas, y ha reiterado "la postura sostenida desde hace tiempo" por el organismo regional "de que una paz duradera en la región" se basa en "el pleno respeto de la soberanía y la integridad territorial de todos los Estados", por lo que ha reiterado su condena a "cualquier intento de establecer una administración paralela".
Yusuf ha pedido también a todos los Estados de la región a cumplir el pacto de no agresión y ha reafirmado la "disposición de la Unión Africana a colaborar estrechamente con todas las partes interesadas regionales e internacionales con miras a revitalizar el diálogo regional sobre seguridad destinado a poner fin a la inestabilidad" en la zona.
M23 DENUNCIA "UNA CAMPAÑA DE EXTERMINIO" DE BURUNDI EN LA ZONA
Por su parte, el M23 ha avisado de que, tras tomar el control de la ciudad de Uvira en la víspera, "algunas fuerzas burundesas han regresado a su territorio nacional, mientras que otras se han atrincherado" en la zona.
"Desde la madrugada de este jueves, estos elementos atrincherados (...) han relanzado, con una brutalidad inaceptable, su campaña de exterminio contra nuestros compatriotas tutsis", ha denunciado, alegando que "lanzan bombas a ciegas y utilizan artillería pesada que mata a civiles inocentes".
Entre las víctimas, según el grupo armado, habría mujeres y niños. Además, ha apuntado a que estas acciones "sumen a la región en una crisis humanitaria de una gravedad sin precedentes", tal y como ha indicado el M23 en su perfil de la red social X.
El M23, integrado principalmente por tutsis congoleños, lanzó este año una ofensiva que recrudeció el conflicto y por la que logró tomar las capitales de las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur, provocando airadas acusaciones de RDC contra Ruanda, que por su parte denuncia que Kinshasa reprime a los tutsis congoleños con apoyo de grupos armados como las FDLR y otras milicias locales.