MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha afirmado que Yemen está inmerso en una "carrera contrarreloj" por una sucesión de desafíos a los que ahora se suma la COVID-19, que ya estaría dejando en zonas como Adén tasas de mortalidad que están "entre las mayores del mundo", pese a la falta de datos oficiales.
La guerra que comenzó en Yemen en marzo de 2015 ha convertido al país en "la mayor crisis humanitaria de todo el mundo", hasta el punto de que 24 millones de personas, cuatro de cada cinco yemeníes, necesitan ayuda humanitaria. Dos millones de niños sufren desnutrición aguda y casi cuatro millones de personas han tenido que abandonar sus hogares, 80.000 de ellas este año.
Este escenario ha sido durante estos años el caldo de cultivo para enfermedades como el cólera, que ya ha afectado a 110.000 personas en 2020, y las recientes inundaciones no han hecho sino aumentar el peligro de que se extiendan otras como la malaria o el dengue.
A todo ello se suma también el coronavirus, cuyo primer caso en Yemen data del 10 de abril. Guterres, que ha inaugurado una conferencia de donantes para paliar las carencias presupuestarias frente a esta crisis, ha asegurado que la pandemia de COVID-19 representa "una aterradora amenaza para algunas de las personas más vulnerables del mundo", en un país donde la mitad de su población no puede lavarse las manos con agua limpia.
Yemen ha registrado algo más de 350 casos de coronavirus y apenas 84 fallecidos, pero las organizaciones que trabajan sobre el terreno asumen que estos datos son solo la punta del iceberg porque en algunas zonas ya se están detectado aumentos significativos en los fallecimientos.
Guterres ha coincidido en que, "probablemente", los datos oficiales no sirven para determinar la extensión real de la pandemia, entre otras razones por la escasa realización de pruebas. "Tenemos razones para pensar que ya hay transmisión comunitaria (del virus) en todo el país", ha advertido.
Esta extensión preocupa, entre otras razones, porque en Yemen solo la mitad de las instalaciones médicas están operativas y hay una grave carencia de equipos y suministros básicos. "Muchos trabajadores sanitarios están entre quienes han contraído el virus", ha subrayado Guterres en su discurso.
RECLAMA MEDIDAS "URGENTES"
El máximo responsable de Naciones Unidas ha reclamado una acción "urgente" para conservar los proyectos abiertos y, al mismo tiempo, desarrollar nuevos programas que permitan hacer frente a los efectos de la pandemia de coronavirus. Para ello hacen falta fondos.
"Nunca antes habíamos tenido tan poco dinero para las operaciones de ayuda en Yemen. Las agencias estiman que necesitarán hasta 2.410 millones de dólares para cubrir la ayuda más esencial entre junio y diciembre, también programas para combatir la COVID-19", ha explicado Guterres, quien ha añadido que, sin un aumento "significativo" de los fondos, en las próximas semanas se cancelarán más de 30 de los 41 grandes programas coordinados por la ONU.
El objetivo final, no obstante, pasa por "terminar la guerra", ya que de ello depende, según Guterres, la resolución del resto de crisis. El secretario general de Naciones Unidas ha advertido de que solo este año más de medio millar de personas han muerto o resultado heridas, razón por la cual ha vuelto a llamar a un alto el fuego. "Los yemeníes necesitan la paz desesperadamente", ha añadido.
AYUDA DE 1.209 MILLONES DE EUROS
Durante la conferencia, la comunidad internacional de donantes se ha comprometido a entregar 1.350 millones de dólares (cerca de 1.209 millones de euros) para ayuda humanitaria en el país, ante el peligro de que un gran número de programas tengan que suspender sus actividades por la falta de financiación.
En este sentido, el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, ha recalcado que "la situación en Yemen es catastrófica" y ha alertado de que la propagación del coronavirus supone una nueva amenaza para el país, sumido en el colapso económico y la destrucción de infraestructuras por la guerra.
Así, ha alertado de que el hacinamiento y la falta de suministros en las instalaciones médicas están dejando desprotegida a la población. "Es el saldo de más de cinco años de guerra en Yemen. El sistema de salud está colapsado", ha explicado, antes de lamentar que la comunidad internacional ofrece ahora menos ayuda que el año pasado.
Lowcock ha indicado que la ONU y sus socios distribuyen cada mes ayuda a más de diez millones de personas, lo que ha ayudado a evitar una hambruna y contener la propagación del virus. "Entregar ayuda en Yemen nunca es fácil y necesitamos mucho más esfuerzo de todos si queremos seguir haciendo esta labor", ha dicho, antes de reiterar que el "mayor desafío es el dinero".
"Las promesas no salvan vidas a menos que se conviertan en realidad", ha dicho, al tiempo que ha recordado que, hasta la fecha, la mayoría de los compromisos "no se han cumplido". Así, ha incidido en que el país "está al borde del abismo, a un paso de caer, y lo que hay al fondo del barranco es una tragedia de proporciones históricas".
Por último, Lowcock ha argüido que recortar la entrega de fondos citando como motivo quién tiene el control sobre el terreno --en referencia a los huthis-- supone un castigo colectivo. "La gente no tiene la culpa de quién ha tomado el control en el lugar donde vive", ha remachado.
AYUDA ECONÓMICA SAUDÍ
Por su parte, el Gobierno de Arabia Saudí ha prometido durante la jornada entregar 500 millones de dólares (cerca de 448 millones de euros) en apoyo a Yemen, en el marco de una conferencia de donantes internacionales que ha acogido el reino a través de videoconferencia.
El supervisor general del Centro de Ayuda y Socorro Humanitario del Rey Salman (KSrelief), Abdulá al Rabiá, ha señalado que el dinero irá al Plan de Respuesta Humanitaria de Yemen 2020 y al Plan de Respuesta ante la COVID-19, según ha informado el diario saudí 'Arab News'.
"Nos reunimos hoy ante las condiciones que a las que hace frente el mundo a causa de la pandemia de coronavirus y los desafíos económicos, sanitarios y políticos que ha provocado", ha señalado Al Rabiá, quien ha detallado que 300 millones dólares (cerca de 269 millones de euros) serán entregados a las agencias de la ONU que operan en Yemen.
Por su parte, el ministro de Exteriores saudí, Faisal bin Farhan, ha destacado que Riad ha destinado hasta la fecha 16.000 millones de dólares (unos 14.325 millones de euros) en ayuda a Yemen y ha acusado a los huthis de exacerbar la crisis humanitaria en el país al no aceptar el alto el fuego decretado por la coalición que lidera Arabia Saudí.
Los huthis rechazaron la declaración, que tildaron de "maniobra política y mediática", al tiempo que denunciaron que "mientras el cerco no sea levantado, hay derecho a usar los sistemas de misiles, así como los de defensa aérea y marítima, incluidos los drones".
Los huthis, respaldados por Irán controlan el centro y el norte del país, incluida la capital, Saná, mientras que las fuerzas leales al presidente, Abdo Rabbu Mansur Hadi, tienen presencia principalmente en el sur del país, con Adén como centro de sus instituciones.
Sin embargo, la situación del Gobierno reconocido por la comunidad internacional se ha agravado tras la declaración el pasado 25 de abril de un autogobierno por parte de los separatistas suryemeníes, apoyados por Emiratos Árabes Unidos (EAU).
El conflicto se recrudeció en enero, principalmente en Al Jauf y Marib --al este de Saná--, haciendo temer un retroceso en los avances obtenidos durante los últimos meses. Por ello, Naciones Unidas ha pedido a las partes volver a la mesa de diálogo y unir fuerzas ante la pandemia de coronavirus, que está causando estragos en el país.