El hombre más buscado de China confiesa sus delitos

Actualizado: viernes, 30 diciembre 2011 13:56


PEKÍN, 30 Dic. (Reuters/EP) -

El hombre más buscado de China, Lai Changxing, que fue deportado en julio desde Canadá tras una batalla legal de décadas, ha admitido sus crímenes y será entregado a los fiscales, según han informado este viernes los medios estatales chinos.

Pekín ha perseguido la deportación de Lai durante años, acusándole de dirigir en los años 90 una operación de contrabando de miles de millones de dólares en la ciudad de Xiamen, en el sudeste del país, en uno de los escándalo políticos más sonados de China en décadas.

En un breve informe en la página web de la radio estatal se dice que la investigación sobre sus crímenes ha terminado y que Lai podría quedar en manos de los fiscales de Xiamen. "Lai Changxing y otros miembros importantes de su camarilla criminal, confesaron con franqueza sus delitos de contrabando y soborno", ha señalado la radio estatal.

Lai fue enviado de vuelta a China después de que un tribunal canadiense desestimase las preocupaciones de que podría ser torturado o ejecutado a su vuelta. China ha prometido a Canadá que Lai no será torturado ni condenado a muerta y que las autoridades canadienses tendrían acceso al detenido.

Los "derechos legales" de Lai y de otros sospechosos están "totalmente garantizados", Lai puede reunirse con su abogado y el equipo de investigación ha hecho su trabajo "de manera justa y de acuerdo con la ley", ha asegurado la emisora.

Lai podría enfrentarse a cadena perpetua, según han informado los medios estatales, pero algunos expertos legales y activistas de Derechos Humanos han declarado que es poco probable que Lai pueda recibir un juicio justo en China. Las informaciones no han concretado cuándo será el juicio del caso de Lai.

AUTORIDADES IMPLICADAS

La investigación descubrió que entre 1996 y 1999, Lai y sus cómplices traficaron con coches, petróleo, productos químicos, cigarros y otros bienes; y sobornó a "decenas" de funcionarios del Gobierno, ha apuntado la radio estatal. "La cifra de implicados era enorme", ha informado sin proporcionar más detalles.

China juzgó a más de 300 sospechosos y condenó a muerte a catorce, incluidas autoridades provinciales y un exviceministro de Seguridad Pública, en un caso que Pekín ha utilizado para una campaña propagandística contra la corrupción.

Lai fue enviado de vuelta a China después de que un tribunal canadiense desestimase las preocupaciones de que podría ser torturado o ejecutado a su vuelta. China ha prometido a Canadá que Lai no será torturado ni condenado a muerta y que las autoridades canadienses tendrían acceso al detenido.