SAN SALVADOR, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Corte Suprema de Justicia de Honduras, Jorge Rivera, propuso al Congreso de ese país dar una "amnistía política" al derrocado presidente Manuel Zelaya, como una posibilidad de poner fin a la crisis política que vive ese país desde hace más de una semana.
Rivera dijo que esta amnistía sería tanto para Zelaya como "para otros actores involucrados" que han sido acusados por la Fiscalía hondureña. "A través de esa amnistía, nuestras resoluciones dejarían de aplicarse en lo que corresponde a lo político", explicó el magistrado en declaraciones a 'El Diario de Hoy' de El Salvador.
En este sentido, aclaró que el mandatario depuesto sólo sería exculpado por delitos políticos, ya que la faltas de "índole general o comunes cometidos por algún funcionario, no entran en una amnistía política".
El presidente derrocado fue acusado por la Fiscalía hondureña de traición a la patria, violación a los deberes de los funcionarios, desobediencia y otros delitos similares. "Como son delitos consecuentes de una posición política de Zelaya, esos sí pueden ser incluidos en una amnistía política", explicó.
El titular del Supremo confirmó que hasta el momento Zelaya "no tiene acusaciones de delitos de índole común" por lo que al concedérsele una amnistía "él quedaría liberado de esta situación", aunque aclaró que "la verdadera resolución habrá que tomarla en la comisión que se forme".
Esta comisión estará encabezada por el presidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz, Óscar Arias, quien será mediador para solucionar la crisis política que vive esa nación centroamericana, según ha anunciado hoy el mandatario interino de Honduras, Roberto Micheletti.
Asimismo, Rivera ha sido la persona escogida por Micheletti para encabezar la delegación que, junto a la Organización de Estados Americanos (OEA), busque "una salida dialogada" al conflicto interno de Honduras que ha dejado al menos dos muertos y decenas de heridos.
El Supremo se ha comprometido a buscar "un arreglo satisfactorio para conciliar al pueblo hondureño y establecer que las leyes deben cumplirse porque de lo contrario resulta una crisis como la actual por el incumplimiento de resoluciones judiciales".
"Estamos hablando de posiciones encontradas: una de los seguidores de Zelaya y otra de sus opositores, y cada una tiene que ir aceptando posiciones hasta estar lo más cerca posible de un entendimiento donde, lógicamente, tendrá que haber sacrificios por cada uno de los que están en contienda", agregó Rivera.
