MADRID 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) ha denunciado la ola de atentados cometidos en Irak contra objetivos chiíes desde el pasado 29 de julio y ha pedido al Gobierno iraquí que acabe con este "ciclo brutal" de violencia entre chiíes y suníes en el país.
El 29 de julio pasado, el Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL), la rama iraquí de Al Qaeda, reivindicó una ola de atentados contra mercados y lugares públicos que acabó con la muerte de más de 60 personas. Al menos otras 130 han muerto entre el 6 y el 10 de agosto mientras celebraban el Eid al Fitr, la festividad que marca el fin del Ramadán, en otra ola de ataques del ISIL en Bagdad y varias provincias del sur de Irak.
El Ramadán ha sido este año uno de los meses con más víctimas mortales de los últimos años en Irak, con más de 1.000 iraquíes fallecidos en el país, la cifra mensual más alta desde 2008, según la ONU. El director de HRW en Oriente Próximo, Joe Stork, ha manifestado su preocupación ante la situación y ha asegurado que "no hay objetivo político ni reclamación que justifique esta campaña de asesinatos masivos que está provocando tanto sufrimiento entre los iraquíes".
El ISIL ha reivindicado la autoría de todos los atentados, entre los que se encuentra el ataque contra la cárcel de Abu Ghraib, donde perdieron la vida al menos 68 miembros de las fuerzas de seguridad, y de donde escaparon entre 500 y mil prisioneros, la mayoría de ellos destacados miembros de Al Qaeda que habían sido condenados a muerte.
La insurgencia de milicianos islamistas suníes, entre los que se encuentra una rama local de Al Qaeda, ha ganado impulso durante los últimos 18 meses después de la última retirada de tropas estadounidenses. Los suníes han incrementado notablemente su violencia, dirigida principalmente contra la comunidad chií, mayoritaria en Irak y principal respaldo del actual Gobierno.
Stork ha asegurado que en el contexto actual, los ataques están siendo perpetrados tanto por los insurgentes suníes como por las milicias chiíes. "Cada uno de ellos alude a la violencia de los otros para justificar la suya propia", ha asegurado Stork.
HRW ha pedido al Gobierno iraquí que actúe y que "en lugar de responder incrementando la brutalidad (de las fuerzas de seguridad), recurriendo a la tortura, forzando confesiones y llevando a cabo arrestos masivos y juicios injustos, tiene que tomar medidas para acabar con este ciclo brutal" de violencia.