BAGDAD, 24 Ene. (EP/AP) -
El primo del ex presidente iraquí Sadam Husein, Ali Hassan al Majid, más conocido como Alí el Químico, declaró hoy --ante el Tribunal que le juzga por su implicación en la represión de miles de kurdos durante la campaña de Al Anfal-- su falta de arrepentimiento en cualquier decisión tomada durante dicha campaña represiva, tras incidir en que la represión no se justificó étnicamente sino por el levantamiento que impulsaron los kurdos contra el régimen iraquí.
"Si he cometido cualquier mal contra cualquier iraquí, entonces estoy preparado para pedirle perdón", reconoció Al Majid, quien, no obstante, justificó sus decisiones "para impedir el derramamiento de sangre iraquí que se estaba produciendo desde hace más de 25 años".
En este sentido, insistió en que entre los objetivos del Gobierno iraquí estaban los rebeldes kurdos, y no civiles. "Desde que comenzó el juicio en esta sala, se ha producido un fuerte ataque y una campaña (de propaganda) para demostrar que estábamos (los suníes en el poder durante el régimen de Sadam Husein) en contra de los kurdos, pero os aseguro que esto no está entre mis principios o los de mi partido ir en esa dirección", aseguró.
"No es parte de nuestra ideología ni política estar en contra de un grupo (por motivos) de etnia", incidió, al tiempo que añadió que el régimen iraquí, por el contrario, estaba en contra de "un partido que cooperó con el enemigo iraní con el que estábamos en guerra".
En este sentido, Al Majid, quien está acusado de emplear armas químicas contra los kurdos, alegó que su objetivo era poner fin a la insurgencia kurda en el norte del país. Junto a él, se sientan en el banquillo otros seis acusados que se enfrentan a crímenes de guerra y de lesa humanidad por su implicación en la campaña militar que supuso la muerte a más de 100.000 kurdos, coincidiendo con la guerra irano-iraquí entre 1980 y 1988.
Por otra parte, los cargos que pesaban contra Sadam Husein por su implicación en este caso han sido retirados, después de que el pasado 30 de diciembre fuera ejecutado por su implicación en el asesinato de 148 chiíes en la aldea de Dujail en 1982, que presuntamente habría ordenado o autorizado.
Durante la sesión judicial de hoy, el fiscal del caso presentó varios documentos, uno de los cuales subraya que los aviones de combate iraquíes bombardearon "a algunos saboteadores en el barrio kurdo de Saway mientras que otro ataque químico que fue ejecutado llevó a la muerte de 50 saboteadores e hirió a 30".
Al Majid respondió que "todas las decisiones" que tomó "tienen su razón", tras insistir en el objetivo de impedir una rebelión kurda en el norte. "No me estoy defendiendo y esto no es una disculpa porque no he cometido ningún error por el que tenga que pedir perdón", espetó. Por su parte el juicio continuará el próximo domingo.
