Irak.- El atentado contra un funeral chií en Diyala se cobra 32 muertos y 63 heridos, según un nuevo balance

Actualizado: martes, 1 mayo 2007 0:43

BAGDAD, 30 Abr. (EP/AP) -

Un miliciano suicida se inmoló hoy en la carpa donde una familia chií celebraba un funeral en la provincia de Diyala, al norte de Bagdad, el último de una serie de atentados en el que han perecido al menos 32 personas, al tiempo que otras 63 han resultado heridas. Con estas bajas, el total de víctimas de atentados en la jornada de hoy en Irak asciende a al menos a 102 personas.

A última hora de la tarde, testigos informaron de varias explosiones en la capital iraquí, algunos hirieron referencia a la columna de humo que divisaban procedente de la fortificada Zona Verde de Bagdad. A pesar de las sirenas policiales en la zona, el Ejército estadounidense aseguró no tener información relativa a daños ni heridos de dichas deflagraciones.

Por su parte, la Policía informó de la muerte de 32 personas, mientras que otras 63 resultaron heridas después de que un miliciano suicida hiciera estallar su carga explosiva durante la celebración de un funeral en Jalis, 80 kilómetros al norte de la capital. Según la Policía, el miliciano espero hasta encontrarse en el interior de la carpa funeraria para detonar su cinturón de explosivos.

Fuentes oficiales explicaron que en el funeral se daba el último adiós a un hombre chií con una veintena de familiares en los cuerpos de Policía y del Ejército iraquíes. Hace cuatro días, un miliciano suicida con coche bomba mató a diez soldados iraquíes en un puesto de control de la localidad de Jalis, un barrio de mayoría chií aunque rodeado de barrios predominantemente suníes. La rama de Al Qaeda en Irak reivindicó su autoría del atentado.

En otro incidente separado, un camión tanque explotó cerca de un restaurante al oeste de Ramadi, la capital de la volátil provincia de Al Anbar, bastión tradicional suní, matando a cuatro personas e hiriendo a otras seis, según confirmaron fuentes policiales.

Dicho ataque fue registrado en una zona donde los jeques suníes y líderes tribales --con el beneplácito de Estados Unidos-- han empezado a hacer frente a los ataques que llevan el sello de Al Qaeda, y han formado el denominado Consejo para la Salvación de Anbar con la intención de ahuyentar tanto a milicianos como a efectivos militares extranjeros de su zona.

Por su parte, el Estado Islámico de Irak --una coalición de grupos insurgentes que da cobijo también a los grupos afines a Al Qaeda-- anunció hoy que está preparándose para "una guerra de desgaste a largo plazo" en Al Anbar contra las tropas estadounidenses y los jeques suníes apoyados por Washington.

Al menos otras 66 personas murieron en atentados suicidas o fueron encontrados muertos, víctimas de la violencia interconfesional y de los 'escuadrones de la muerte'. Sólo en Bagdad, la Policía encontró los cadáveres de 27 personas, todos con signos de haber sido torturados y con balas en sus cuerpos.