Irak.- Declaran inocente de asesinato a un soldado acusado de tratar de ocultar la muerte de un iraquí colocando armas

Europa Press Internacional
Actualizado: viernes, 28 septiembre 2007 16:50

BAGDAD 28 Sep. (EP/AP) -

Una comisión militar absolvió hoy al soldado Jorge G. Sandoval de los cargos de asesinato de dos civiles iraquíes, pero le consideró culpable de colocar armas junto a los cadáveres para ocultar las muertes por disparos.

Sandoval, de 22 años y natural de Laredo (Texas), se había enfrentado a cinco cargos por las muertes los pasados meses de abril y mayo de dos iraquíes no identificados. Fue encontrado no culpable de los cargos de asesinato, pero la comisión decidió que colocó cables de detonación en uno de los cuerpos para hacer que pareciera que la víctima era un insurgente.

Los abogados de Sandoval, a quien mañana será comunicada la sentencia, opinan que el soldado debería enfrentarse a no más de seis meses de prisión de mala colocación de propiedad pública, mientras que los fiscales consideran que debería ser condenado a cinco años de cárcel por obstrucción a la Justicia.

En testimonios durante el juicio, que ha durado dos días, compañeros de Sandoval declararon que seguían órdenes cuando dispararon a los dos hombres en los dos incidentes, que ocurrieron el 27 de abril y el 11 de mayo.

El soldado Alexander Flores, que estaba en el mismo escuadrón que Sandoval cuando se produjo la primera muerte, testificó que actuaban bajo las órdenes del jefe del batallón, quien les dijo que el sospechoso era "nuestro hombre" y les ordenó que lo "movieran", lo que interpretaron como "retirarlo".

Después de este incidente, Flores declaró que el sargento Michael Hensley le dijo que colocara una bobina de cable detonador junto al cadáver y en el bolsillo de la víctima.

El fiscal nombró una entrevista que mantuvo con Sandoval inmediatamente después de su arresto en la que le dijo que él había colocado el cable.

NO ESTABA ARMADO

En cuanto a la muerte del mes de mayo, el sargento Evan Vela señaló que Hensley le dijo que disparara al iraquí porque se trataba de un francotirador, a pesar de que no estaba armado y se había acercado a los soldados con los brazos en alto.

"Él (Hensley) me preguntó si estaba preparado. Saqué la pistola. Oí la palabra 'disparar'. No recuerdo haber apretado el gatillo. Me tomé un segundo para darme cuenta de que el disparo provenía de la pistola que tenía en la mano", declaró Vela entre lágrimas.

Además, añadió que después del disparo el iraquí cayó al suelo y sufrió convulsiones, tras lo cual "Hensley soltó una carcajada, golpeó al hombre en la garganta y dijo que disparara otra vez".

"Después de que fuera disparado, Hensley puso un (fusil) AK-47 en su mochila y dijo: 'esto es lo que vamos a decir que ha pasado'", indicó Vela, quien testificó bajo un acuerdo de evitar que su testimonio sea utilizado contra él cuando se celebre su juicio.

Sandoval también fue absuelto de los cargos de colocar el arma en el cadáver del segundo iraquí muerto. Vela y Hensley, naturales de Candler (Carolina del Norte), están acusados por el mismo caso y serán juzgados de forma separada.

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