BAGDAD 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un total de 3.705 familias iraquíes se han visto desplazadas en el país como consecuencia de la violencia sectaria que se ha recrudecido en las últimas semanas tras el atentado con bomba contra una mezquita chií en Samarra el pasado 22 de febrero, según informó hoy el Ministerio de Inmigración iraquí y recoge la agencia de noticias de la ONU IRIN.
Según cifras del Ministerio de Interior, la ola de violencia sectaria desencadenada por dicho atentado, dejó al menos 400 muertos y decenas de mezquitas dañadas o destruidas. El portavoz del Ministerio de Inmigración y Desplazados, Sattar Nawroz, indicó hoy que la mayoría de las familias desplazadas se dirigieron a la ciudad de Nayaf, en el sur del país.
Hasta esta ciudad santa para los chiíes han llegado unas mil familias desde los barrios más inestables del oeste de Bagdad y desde la ciudad de Kirkuk (norte), así como desde Diyala (noreste). El segundo mayor número de familias desplazadas, 615, huyó al centro de la capital desde los suburbios del oeste y el norte de la misma, según Nawroz.
El Gobierno iraquí ha concedido unos 350.000 dólares para suministrar la ayuda esencial a los afectados, pero se necesitan más fondos ya que los desplazamientos en algunos lugares todavía continúan, según el portavoz. Algunas familias se han refugiado en casa de sus familiares pero otros menos afortunados se han alojado en estructuras a medio construir, mezquitas y edificios gubernamentales abandonados.