BARCELONA, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ex secretario de Estado norteamericano Colin Powell afirmó hoy que su país "puede aguantar un poco" en Irak, pero advirtió de que es una "olla a presión" que "en algún momento explotará", y esperó que no acabe en una limpieza étnica.
Powell, que era secretario de Estado con George W.Bush cuando su país derrocó al ex presidente iraquí Sadam Husein, habló abiertamente de "guerra civil" y auguró que el poder acabará siendo "de mayoría chií".
Admitió que Estados Unidos ha cometido "muchos errores importantes" en Irak tras caer el régimen de Husein, y admitió una mala planificación que llevó a una "insurgencia" que calificó hoy de una "guerra civil".
Powell dijo que esa guerra civil "tiene a los dos bloques principales (enfrentados) por la búsqueda del poder", por lo que predijo que o bien acabará ganando una de las partes, o bien pactarán por cansancio.
Así lo dijo el mismo día en que el embajador saliente de Estados Unidos en Irak, Zalmay Jalilzad, admite en una entrevista al diario 'New York Times' que mantuvo contactos el año pasado con dirigentes pertenecientes a los principales grupos insurgentes en un intento por incorporar a los milicianos suníes en la política.
Colin Powell insistió en constatar los errores estadounidenses. "No entendimos que era sólo la primera etapa", dijo, aunque se mostró "contento" por la caída del régimen.
Además, constató que "el éxito de la política de Bush dependerá del resultado final" en Irak. También aludió al presidente al admitir que hará falta un cambio de Gobierno para cambiar la imagen de "unilateralidad" de Estados Unidos. Aun así, aseguró que es una falsa imagen, porque su país actúa de forma multilateral en muchos asuntos.
El general lo dijo durante la conferencia-coloquio que cerró el I Fòrum 'Sortim al món', de la fundación privada de empresarios catalanes Femcat. Le presentó el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, y cerró el acto el presidente de Femcat, Joaquim Boixareu.
EEUU NO PUEDE AISLARSE
Powell defendió que, ante las amenazas terroristas, su país no puede aislarse. Así, defendió seguir trabajando por la seguridad, pero no cerrarse ni obcecarse con la seguridad en el transporte aéreo, porque eso hace perder al país estudiantes, pacientes y turistas extranjeros, dinero y la imagen de país "abierto y hospitalario". "Y los otros países quieren nuestro mercado", avisó.
También mostró gran expectación por el proceso de construcción en Europa, si bien consideró que el continente "debe repensar bastante sus cimientos" para consolidar su integración, y destacó el caso de Reino Unido.
Según él, "es difícil saber qué pasará con Europa". En cualquier caso, subrayó que la UE "se puede enorgullecer de la integración" que ha conseguido.
