FORT CAMPBELL (KENTUCKY, EEUU), 1 Ago. (EP/AP) -
Un soldado estadounidense que declaraba ante un tribunal militar testificó ayer a última hora en contra de un compañero, ya que explicó que este le dijo después del hallazgo de los cadáveres de la niña iraquí de 14 años y su familia que él les había atacado.
El sargento Anthony Yribe, de 23 años, fue el primer testigo que declaró en el juicio, que ayer cumplió su segundo día, contra el soldado Jesse Spielman, quien está acusado de vigilar mientras otros militares violaban y mataban a una niña de 14 años y después acababan con su familia, hechos ocurridos en marzo de 2006. Spielman se enfrenta a cargos por violación y asesinato debido a que el fiscal considera que sabía lo que estaba ocurriendo.
El testimonio de Yribe se centró básicamente en el ex militar Steven D. Green, quien está acusado de ser el cabecilla. Tres soldados ya se han declarado culpables y han sido condenados a entre cinco y 100 años de cárcel. Green podría ser sentenciado a pena de muerte.
El sargento Yribe describió en su testimonio cómo ocurrieron los crímenes, mientras que la acusación expuso al tribunal espeluznantes fotografías en las que se veía a todos los miembros de la familia asesinada tal y como fueron encontrados. Se ve a la niña de perfil con todo el cuerpo carbonizado. Sus piernas y los restos del vestido azul y morado que llevaba puesto fueron separados de los restos de la niña.
Yribe explicó que después de comprobar la escena del crimen, llegó hasta un puesto de control en el que se encontraban Green y los demás militares acusados o condenados, y dijo que Green le contó que él había atacado a la familia.
"No le creí del todo", indicó Yribe, quien añadió que no creía que un ataque así fuera posible y que pudiera ocurrir a la luz del día y en una región tan violenta. Además, remarcó que dejar el puesto de control bajo aquellas circunstancias podría haber traído problemas.
DIJO QUE ODIABA A LOS IRAQUÍES
El sargento indicó que intentó que Green le contara detalles para averiguar si realmente fueron ellos, incluyendo la ubicación de los cadáveres, que Green describió correctamente, pero Yribe destacó que todavía no le creyó, pero sí lo hizo después de que insistiera en que odiaba a los iraquíes.
Durante su testimonio, el sargento admitió que en ciertos momentos de la investigación hizo faltas declaraciones, al tiempo que reconoció que hasta ahora no había hablado de la conversación que mantuvo con Green después de los asesinatos.
El juicio prosiguió con las intervenciones del fiscal y el abogado defensor. El fiscal del Ejército Alex Pickands presentó una escena a los miembros del jurado de una unidad indisciplinada que había comenzado a actuar en una zona violenta de Irak y que los soldados tomaron decisiones que podían haber evitado. Además, dijo que el ataque a la familia fue premeditado.
El abogado defensor Dan Christensen proporcionó una escena diferente, recordando que "cada persona implicada en estas acusaciones había sido diagnosticada con un desorden mental".
