MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Irán ha condenado "firmemente" este martes la oleada de atentados en Irak y ha advertido de que la misma tiene como objetivo "alentar el sectarismo en el mundo árabe", según ha informado la cadena de televisión iraní Press TV.
El portavoz del Ministerio de Exteriores, Abbas Araqchi, ha mostrado su preocupación por los últimos ataques y ha destacado que los mismas han sido lanzados por grupos terroristas que buscan "objetivos políticos ilegítimos".
Teherán ha coincidido así con la postura de Bagdad, que el lunes solicitó a la población que "permanezca del lado de las fuerzas de seguridad" en el marco del incremento de los atentados en el país y destacó que "existe un plan para fomentar el sectarismo".
En este sentido, recalcó que el objetivo de estos ataques es "que la población se sienta derrotada y paralizar la vida civil en el país" y "revitalizar una guerra civil que la población había evitado", según informó la agencia iraquí de noticias NINA.
Este mismo martes, la rama de la organización terrorista Al Qaeda en Irak, Estado Islámico de Irak, ha reivindicado la autoría de la cadena de atentados que se produjo el lunes en varios puntos del país árabe y que, en total, causó al menos 60 víctimas mortales.
La organización, que desde este año integra a milicianos islamistas de Irak y Siria, ha explicado en un comunicado difundido a través de Internet que perpetró los ataques como represalia por el trato que recibe la comunidad suní.
El lunes, la explosión de casi una veintena de coches bomba mató a decenas de personas en zonas mayoritariamente chiíes de Bagdad y otros puntos de Irak. Sólo en la capital, el balance de fallecidos ronda los cuarenta.
El recrudecimiento de los atentados con bomba y de los ataques armados ha causado cerca de 4.000 muertos en Irak en lo que va de año (180 desde que comenzó julio), según los datos del grupo de seguimiento de la violencia Iraq Body Count.
A mediados de julio, Naciones Unidas cifró en 761 el número de muertos durante el mes de junio debido a los ataques de las milicias insurgentes en Irak, una cifra inferior a la recogida en mayo, cuando la violencia alcanzó su peor repunte desde la guerra sectaria de los años 2006 y 2007.
Pese a que la violencia está muy por debajo del nivel de aquellos años, continúan produciéndose ataques diarios de los milicianos de Al Qaeda y otros insurgentes suníes, en un intento de debilitar el Gobierno actual, liderado por chiíes, y generar mayor confrontación en el país.