Irán dice que el ataque añade "una página oscura al archivo terrorista de Israel y EEUU"

Actualizado: martes, 20 octubre 2009 21:26


TEHERÁN, 20 Oct. (Reuters/EP) -

El Ejército de Irán ha acusado a Estados Unidos y a Israel de terrorismo durante el funeral de los 15 miembros de la Guardia Revolucionaria fallecidos el domingo en la provincia sureña de Sistan y Baluchistan, en el que perdieron la vida un total de 42 personas. "El martirio del comandante (Nurali) Shoushtaria añade una página oscura al archivo terrorista de Israel y de Estados Unidos", dijo el jefe del Estado Mayor, el general Hasan Firuzabadi, citado por la agencia estatal IRNA.

Además, Irán sostiene que el grupo que se ha atribuido el atentado suicida, Jundolá (soldados de Dios) cuenta con el apoyo de Estados Unidos y Reino Unido y que está relacionado con Pakistán. Washington, Londres e Islamabad ya han negado este extremo, pero Teherán sigue acusando a sus enemigos occidentales de intentar desestabilizar el país.

Miles de personas, la mayoría militares, asistieron a la ceremonia funeraria, celebrada en una sede de la Guardia situada en Teherán. "Somos una organización (de personas) que están esperando para convertirse en mártires", declaró el líder de la fuerza de élite Qods, Qasem Soleimani, quien considera que el objetivo de este ataque, el más sangriento sufrido en el país desde que concluyó en 1988 la guerra con Irak, era provocar un conflicto entre suníes y chiíes.

El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Manouchehr Mottaki, señaló que los responsables del ataque proceden de Pakistán y que suelen pasar a territorio iraní para cometer atentados. "Se les cortarán las manos a aquellos que están detrás de los crímenes en el sureste de Irán", amenazó Mottaki. Por otra parte, afirmó que Irán y Pakistán conversarán sobre cómo resolver esta cuestión, argumentando que comparten una "frontera de amistad".

Jundolá acusa al Gobierno de discriminar a la minoría suní, concentrada en la zona de Baluchestan. En una de sus páginas de Internet, el grupo aclaró el domingo que el ataque fue "una respuesta a los continuos crímenes del régimen iraní contra el indefenso y oprimido pueblo de Baluchestan". Teherán, por su parte, afirma que no discrimina a las minorías étnicas y religiosas del país, tal y como denuncian muchas ONG occidentales.