La mujer detenida por no alimentar a su hijo de tres años se niega a colaborar con la Policía y comparecerá hoy ante el tribunal
JERUSALÉN, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
Jerusalén amaneció hoy en una calma tensa después de los disturbios registrados anoche provocados por las protestas, por tercer día consecutivo, de judíos ultraortodoxos por la detención de una mujer de su comunidad, sospechosa de haber dejado de alimentar a su hijo de tres años, la cual comparecerá hoy por primera vez ante un tribunal de la ciudad.
Los fiscales han pedido al juez que la madre continúe bajo custodia durante cinco días más, ya que su previsión es acusarla oficialmente muy pronto, aunque es posible que las partes lleguen a un acuerdo para conceder a la sospechosa la libertad bajo fianza a cambio de que se someta a una evaluación psiquiátrica.
Los judíos ultraortodoxos que han participado en las protestas ya han anunciado nuevas manifestaciones si el tribunal deniega la libertad bajo fianza a la mujer, que está embarazada de cinco meses, según informa la prensa israelí.
A iniciativa del presidente del país, Simon Peres, uno de los asistentes de éste, Yosef Avi Yair Engel, se reunió ayer por la tarde con un representante de la organización ultraortodoxa y antisionista Eda Haredit en un intento por calmar la situación. El objetivo oculto, señalan los medios, era persuadir a esta comunidad a que aceptara que la mujer se someta a examen psiquiátrico.
Pero las protestas continuaron y anoche los disturbios se saldaron con 18 policías heridos, 34 manifestantes detenidos y otros 20 interrogados. Ante esta situación, la Policía ha previsto nuevos disturbios para este fin de semana y ya está reforzando las medidas de seguridad.
El jefe de la Policía de Jerusalén, Aharon Franco, denunció esta mañana que no ha oído palabras de condena por parte de los rabinos u otros líderes religiosos, por lo que hizo un llamamiento a que alguien "despierte" y se pronuncie antes de que haya más heridos.
LA MADRE SE NIEGA A COLABORAR
La mujer detenida, motivo de las manifestaciones de ultraortodoxos en Jerusalén, pertenece a la corriente Toldot Aharón, una de las más radicales que, formada por 900 familias, se declara antisionista y busca llevar una vida sin la más mínima intervención del Estado.
Por eso, los miembros de esta corriente han denunciado el arresto de la mujer, que llevó a la hambruna a su hijo de tres años hasta el punto en que éste sólo pesaba siete kilos. Según los medios israelíes, la sospechosa no está colaborando con los investigadores de la Policía.
Al parecer, padece el síndrome de Munchausen, una enfermedad psiquiátrica que se caracteriza por inventarse y fingir dolencias (o incluso provocárselas a sí mismo) para llamar la atención de los médicos y ser tratado como un enfermo.
El niño había sido ingresado en hospitales hasta siete veces en los últimos dos años antes de que los médicos decidieran esta semana avisar a las autoridades ante el presunto maltrato de la madre. De hecho, las cámaras de los centros habían grabado a la mujer desconectando a su hijo de la sonda de alimentación.
La organización Eda Haredit defiende a ultranza la inocencia de la mujer y asegura que el hospital había tratado al niño con quimioterapia durante casi un año al equivocarse en el diagnóstico de un cáncer. La portavoz del Hospital Universitario Hadassah, Yael Bossem-Levy, ha rechazado estas acusaciones.
