ROMA, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
La moción aprobada ayer por el Senado italiano en la que de forma inusual la oposición expresaba su apoyo al Gobierno por la ampliación de la base estadounidense de Vicenza, ha generado un nuevo cruce de palabras entre el Ejecutivo de Romano Prodi y la oposición de centro-derecha, con Silvio Berlusconi a la cabeza.
El ex primer ministro pidió hoy a Prodi que "dimita", como ya viene haciendo por otra parte desde hace meses puesto que no ha aceptado hasta ahora el resultado de las elecciones de abril pasado. La respuesta de Prodi no se ha hecho esperar y el jefe de Gobierno ha advertido que "las dimisiones se producen cuando se constata una crisis real y profunda, y ahora no hay estas condiciones".
Berlusconi se declaró hoy en un comunicado "disgustado por el comportamiento de la mayoría ayer en el Senado sobre una decisión estratégica de política exterior". En este sentido, dijo creer "con toda sinceridad y honestidad, que después del resultado de esta votación no hay otra posibilidad que que el presidente del Consejo presente las dimisiones".
Para el líder de Forza Italia, que dijo estar "obligado en mi papel de líder de la oposición", "un Gobierno que tiene una mayoría en política exterior no es un Gobierno políticamente legitimado para gobernar". "Nunca ha ocurrido en la historia de la República que una mayoría de Gobierno (...) rechace la solidaridad y el consenso hacia lo que ha hecho el ministro de Defensa en nombre del Gobierno".
En este sentido, Berlusconi subrayó que "lo que está en juego" "son la relaciones de Italia con la mayor democracia del mundo, Estados Unidos". "Tras la votación de los parlamentarios del centro-izquierda en el Senado el ministro de Exteriores y el ministro de Defensa corren el riesgo de no tener ninguna credibilidad internacional porque no cuentan con el respaldo de una mayoría parlamentaria".
Por ello, concluye, "las dimisiones del Gobierno son un acto doloroso pero que se debe emprender para sacar al país de una condición que es grave y paradójica".
El primer ministro le ha respondido subrayando que "Berlusconi siempre pide dimisiones, por lo que no es nada nuevo". "Las dimisiones se producen cuando se constata una crisis real y profunda y actualmente no se dan estas concidiones", subrayó, recordando que por su "experiencia pasada, sé cuándo es hora de presentarla y por tanto en el pasado lo he hecho". "Cuando hay que tener el timón bien firme, sé mantenerlo", remachó.
