ROMA, 21 Abr. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
El presidente del Gobierno saliente, Silvio Berlusconi, se resiste a admitir su derrota y anunció que presentará un recurso ante el Tribunal Administrativo para pedir un nuevo control de las elecciones después de que el Tribunal de Casación confirmó el miércoles la victoria de la coalición del centro izquierda La Unión, liderada por Romano Prodi.
Berlusconi anunció que presentará el recurso en una entrevista publicada hoy por el diario local de Trieste (norte) 'Il Piccolo' y denunció que hubo presiones a los tribunales de apelación para que emitiesen el veredicto lo antes posible. De acuerdo con la sentencia del tribunal, y una vez revisadas las actas y recontados los 5.000 votos dudosos, La Unión de Prodi consiguió 19.002.598 votos para la Cámara de los Diputados, mientras que La Casa de las Libertades del primer ministro saliente Silvio Berlusconi logró 18.977.843 votos, con lo que la diferencia es de 24.755 --469 votos más de los inicialmente anunciados el centro derecha--.
El líder de Forza Italia insistió en un nuevo control de las papeletas anuladas porque se encontró un número más elevado de anulación de votos a la coalición del centro derecha la Casa de la Libertad, que al centro izquierda, afirmando que "la izquierda tradicional tiene una cierta, digamos, profesionalidad en los escrutinios electorales".
Berlusconi se niega por el momento a reconocer la victoria de Romano Prodi explicando que en total (sumando los votos del Congreso y del Senado), "el centro derecha ha obtenido 220.000 votos más que La Unión". "Quien quiere ser reconocido como ganador por haber obtenido la mayoría gracias a los mecanismos previstos por la ley electoral tiene que reconocer también que la victoria política en términos de votos es de la Casa de la Libertad y que Forza Italia con su 24 por ciento es el primer país del país", añadió.
Por otra parte, Berlusconi acusó al centro izquierda de querer mercadear con el puesto del presidente de la Republica, que tendrá que ser reelegido el próximo 13 de mayo. "Una institución de garantía como el presidente de la República no tendría que ser objeto de mercadería entre los partidos", afirmó.
