Italia.- El Papa transmite su "consuelo y afecto" a las víctimas del accidente de metro en Roma

Actualizado: miércoles, 18 octubre 2006 18:42

MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Papa Benedicto XVI expresó hoy su "dolor" y transmitió su "consuelo y afecto" a las víctimas del accidente de metro ocurrido ayer en Roma en el que murió una joven y más de 200 personas resultaron heridas, al final de la audiencia general de los miércoles.

"En este momento de dolor estoy particularmente cercano a cuantos han sido afectados por el trágico acontecimiento" del accidente del metro, señaló el Pontífice, ante las 30.000 personas congregadas en la Plaza de San Pedro. "Les expreso mi consuelo y afecto y les aseguro un recuerdo especial en mis oraciones", agregó.

El Papa dedicó la catequesis de hoy a Judas Iscariote y a su sucesor en el grupo de los doce Apóstoles, Matías. "El nombre de Judas Iscariote aparece siempre el último en la lista de los Doce" lo que, afirmó, "recuerda su traición". "En cambio, los evangelistas lo presentan como apóstol a todos los efectos", añadió, subrayando que aunque los católicos puedan preguntarse "por qué Jesús eligió a este hombre", "no nos corresponde a nosotros juzgarle poniéndonos en el lugar de Dios, infinitamente misericordioso y justo".

"¿Por qué traicionó a Jesús?", se preguntó el Papa. "Algunos hablan de la codicia, mientras otros sostienen una explicación de tipo mesiánico: la desilusión de Judas porque Jesús no incluía en su programa la liberación política y militar de su país". Los evangelistas, añadió, explican esta traición "yendo más allá de los motivos históricos" y atribuyéndola a la "libertad personal de Judas" como "una cesión a una tentación del Maligno".

Según Benedicto XVI, "son muchas las posibilidades de perversión del corazón humano" por lo que "el único modo de evitarlas consiste en (...) entrar en plena comunión con Jesús". Por otra parte, añadió, el arrepentimiento de Judas, que "degeneró en la desesperación y la autodestrucción", es para nosotros "una invitación a no desesperar nunca de la misericordia divina".