ROMA, 4 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS G. Moreno) -
Los principales sindicatos de trabajadores han optado por la precaución y la mesura a la hora de valorar el plan industrial previsto para reflotar Alitalia, a la espera de conocer las cifras definitivas relativas a los despidos que serán dadas a conocer durante la reunión del consejo de administración de este viernes 7 de septiembre.
Los responsables sindicales mantuvieron ayer un largo encuentro con la cúpula de la aerolínea de bandera italiana en el que se les informó de la posible eliminación de entre 150 y 170 vuelos diarios en el aeropuerto milanés de Malpensa, la reducción de aviones (entre 15 y 20 menos) y la externalización de algunos servicios a los pasajeros, entre otras medidas.
No sin dejar de mostrar su preocupación ante el negro panorama que se cierne sobre muchos puestos de trabajo, los líderes sindicales prefirieron esperar hasta el viernes para ofrecer una valoración más completa.
En declaraciones a Europa Press, el secretario general de la Fit-Cisl (Federación Italiana de Transportes - Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores), Claudio Genovesi, consideró que se trata de un plan de "pura supervivencia", cuya única razón de ser es preparar y conducir la empresa "hacia su privatización".
Asímismo, valoró de modo positivo la decisión del nuevo presidente de la compañía, Maurizio Prato, de querer hacer partícipes a los sindicatos en la preparación del nuevo plan industrial, considerando que se trata de una actitud "mucho más pragmática y realista", además de "enriquecedora", dada la oportunidad que se da a los agentes sociales para aportar "propuestas útiles".
En cuanto a la reanudación del proceso de privatización, los medios italianos ya han empezado a especular sobre cuáles podrían ser los principales candidatos a la compra de la compañía, con Air France y Lufthansa en 'pole position', señalaba hoy el diario italiano 'La Repubblica'.
El mismo rotativo hipotizaba sobre la agilidad con que podría llevarse a cabo el proceso, que incluso podría terminar antes de que finalice este año, conllevando una recapitalización de 1.500 millones de euros.
