ROMA, 21 Ene. (Reuters/EP) -
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, ha anunciado este jueves algunos nuevos decretos que afectan al sector público, incluyendo el despido de los funcionarios que no cumplen con sus responsabilidades y la reducción del número de compañías controladas por las autoridades locales.
Bajo las nuevas normas "el despido no es opcional, es obligatorio", ha asegurado Renzi al anunciar un decreto para poder despedir a los funcionarios que no cumplan con sus responsabilidades en 48 horas. Además, los directivos también serán multados si no denuncian este tipo de situaciones. "A los directivos les decimos que 'si no les despides tú les despediremos nosotros y te despediremos a tí también'", ha afirmado Renzi.
Una investigación policial mostró numerosos casos de empleados públicos que fichaban y que dejaban de acudir a su puesto para trabajar en un negocio privado. Aunque los trabajadores públicos podían ser suspendidos por ausentarse de su trabajo en el pasado, ésta práctica no se solía llevar a cabo.
El primer ministro italiano ha afirmado que el Gobierno también tiene como objetivo reducir el número de empresas controladas por las autoridades de las 8.000 actuales a las 1.000 durante este año.
Estas nuevas medidas, que Renzi pretende aprobar durante la próxima primavera, recortarían el número de agentes de Policía al fusionar la Guardia Forestal con los Carabinieri, y simplificarían los trámites burocráticos para crear una nueva compañía. "Este Gobierno está intentando hacer posible lo que todo el mundo decía que era imposible", ha asegurado Renzi.
La reforma de la Administración pública es una de las medidas que Renzi quería implantar desde que ocupó el cargo de primer ministro hace dos años, una reforma que afecta a la escuela pública, el mercado laboral, el sistema bancario o el sistema electoral.
A pesar de los numerosos esfuerzos de Renzi por reformar algunos sectores de la estructura del país, Italia sigue teniendo un sector público ineficiente en el que sus trabajadores gozan de una gran protección laboral. Sin embargo, su popularidad ha caído desde el año pasado con la quiebra de las cajas de ahorro y los escándalos de corrupción que han afectado al Partido Democrático.
