ROMA, 4 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
Carmelo Gariffo, de 47 años, sobrino del jefe de Cosa Nostra, Bernando Provenzano, detenido el pasado 11 de abril después de 43 años huido de la justicia, fue arrestado hoy bajo la acusación se asociación mafiosa al ser considerado el "secretario" del 'capo' de la mafia siciliana durante estos últimos años.
Según las investigaciones realizadas gracias a los trozos de papel con los que Provenzano se comunicaba desde sus escondites para seguir dirigiendo los negocios de la mafia, Gariffo sería la persona a la que llegaban los mensajes y que se encargaba de distribuirlos.
Por ahora se trata de la primera detención que se ha realizado después del arresto de Provenzano y tras el estudio de los mensajes encontrados en la casa a las afueras de Corleone (Sicilia) donde estaba escondido el considerado "jefe de jefes" de Cosa Nostra.
Los investigadores han descifrados alguno de los códigos con los que se expresaba Provenzano hasta llegar a la figura de Gariffo, que vivía en Corleone y que estaba encargado además de organizar las citas de Provenzano con varios gregarios, así como de los controles médicos que necesitaba el jefe mafioso.
De los trozos de papel también ha surgido la figura de un médico, que podría ser el encargado de la salud de Provenzano. Además, en el momento de la detención de Gariffo se han encontrado muchas medicinas, muchas de las cuales sólo se pueden comprar con receta y la mayoría eran muestras gratuitas que podrían proceder directamente de un médico.
Provenzano, de 73 años, en sus años de clandestinidad ha continuado dirigiendo Cosa Nostra a través de los trozos de papel, conocidos en el dialecto siciliano como "pizzini", y con los que daba órdenes, mediaba en las disputas entre otros jefes y controlaba los negocios.
En el momento de la detención, Provenzano tenía y estaba preparando alguno de estos famosos "pizzini", escritos a mano o con una vieja máquina de escribir y con un código que los investigadores están intentando descifrar.
Según los investigadores, durante todos estos años, Provenzano se comunicó con este tipo de mensajes y no utilizaba nunca el teléfono o el móvil ante el peligro de ser interceptado, así como cambiaba casa cada cierto tiempo. La Policía en estos años logró descubrir dos de las casas en las que estaba viviendo el jefe mafioso pero siempre alguien conseguía filtrar la información y Provenzano escapaba minutos antes de la operación.
La carrera criminal de Provenzano comenzó en los años 50 junto a Salvatore Riina, otro de los famosos jefes mafiosos y que se encuentra en la cárcel desde el 1993. A ambos se les atribuyen cientos de homicidios y después desde sus mil escondites, "el padrino" firmó las "sentencias", como los atentados contra los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino.
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