TOKYO, 14 Jun. (EP/AP) -
Una antigua esclava sexual coreana que había sido forzada a trabajar en un burdel militar japonés durante la II Guerra Mundial se manifestó hoy en Tokio a las afueras del Parlamento, junto a decenas de simpatizantes, para reclamar una compensación y disculpas por parte del Gobierno nipón.
"Por favor, vengan con las víctimas y discúlpense", dijo uno de los organizadores a través de un micrófono, dirigiéndose al primer ministro Shinzo Abe, mientras unos 90 manifestantes sostenían fotos de antiguas esclavas sexuales del Ejército japonés.
Los historiadores indican que unas 200.000 mujeres asiáticas, la mayoría de Corea y China, fueron forzadas a trabajar en esos burdeles militares. Las víctimas han expresado que fueron obligadas por los japoneses a trabajar en esos prostíbulos del Ejército y que sufrían recriminaciones si se negaban.
Lee Yong Soo, de 78 años, una de las ex esclavas, proveniente de Corea del Sur, dijo que había sido llevada a un burdel de Taiwán por unos pilotos kamikaze cundo tenía tan solo 14 años. "Me llevaron a la habitación de un soldado y me comenzó a dar paradas", proclamó en la manifestación, "soy una víctima que fue tomada por la fuerza".
Japón ha rechazado la mayoría de las demandas de compensación de estas mujeres. En 1995 se creó un fondo privado para ofrecer un apoyo limitado a estas víctimas sexuales pero fue clausurado en Marzo.
