JERUSALÉN, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Jerusalén ha aprobado la próxima construcción de 942 viviendas en el asentamiento judío de Gilo, situado en territorio palestino ocupado por Israel, según informa el diario israelí 'Yedioth Aronoth'.
El Departamento de Estado de Estados Unidos expresó su "gran preocupación" por esta decisión. "Los asentamientos israelíes son ilegítimos y las acciones de Israel van en contra de los esfuerzos para reanudar las conversaciones (de paz) directas" entre israelíes y palestinos, afirmó en un comunicado.
Según Washington, la falta de una solución que ponga fin al conflicto "perjudica a Israel, perjudica a los palestinos y perjudica los intereses de Estados Unidos y de la comunidad internacional".
NUEVOS PLANES DE URBANISMO EN CISJORDANIA
La decisión se dio a conocer después de que los líderes de los colonos criticaran el hecho de que los nuevos planes de urbanismo de las autoridades israelíes para los asentamientos de Cisjordania no incluyan Itamar y otras colonias.
Para que esos planes se puedan llevar a la práctica, antes deben recibir el visto bueno del Comité de Planificación y Construcción. El jefe del Consejo Regional de Samaria, Gershon Mesika, declaró al referirse a los nuevos planes urbanísticos que "los ciudadanos que viven en Judea y Samaria" --la parte de Cisjordania administrada por Israel desde 1967 y no anexionada-- "no son ciudadanos de segunda clase".
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Ehud Barak, aprobaron este domingo un plan de construcción para las colonias de Nofim (en Cisjordania) y de Rotem, Hemda y Eshkolot Sansana (en el valle del Jordán).
Pero Mesika considera que no hay ninguna diferencia entre Itamar, que fue construido por el Gobierno, y Nofim. "Hay otras cinco comunidades en el Consejo Regional de Samaria, entre ellas Itamar. En estos tiempos difíciles, el ministro de Defensa sigue abusando políticamente de los habitantes en su vida diaria. El Gobierno también es responsable", señaló.
A su juicio, la aprobación del plan es solo una enmienda parcial y Barak actúa movido por intereses políticos. "Pedimos al primer ministro que tome el control y apruebe todos los planes que han quedado paralizados por razones políticas", manifestó.
"Los ciudadanos que viven en Judea y Samaria (Cisjordania) no son ciudadanos de segunda clase. Si el Estado puede llamarles para que sirvan en el Ejército, también debe garantizarles todos los derechos que tienen los demás ciudadanos", subrayó.
En opinión del jefe del Comité de Colonos de Samaria, Benny Katzover, el hecho de que "cientos de planes de construcción queden bloqueados al nivel político va en contra de todos los derechos civiles y democráticos básicos y es una desgracia para la historia del Estado de Israel".
EL GOBIERNO CEDE ANTE LOS COLONOS
Los nuevos planes urbanísticos también han recibido las críticas del secretario general de la ONG israelí Paz Ahora, Yariv Oppenheimer, aunque por motivos distintos.
Oppenheimer advirtió de que alejan aún más la posibilidad de que Israel reanude el proceso de paz con los palestinos. "Barak y Netanyahu siguen cediendo ante las demandas de los colonos a expensas de los intereses del país", denunció.
"Mientras el mundo se prepara para reconocer al Estado palestino, los dirigentes israelíes siguen vendiendo su alma para poder expandir los asentamientos y torpedeando las posibilidades de conseguir un acuerdo de paz", añadió.
