BANGKOK, 5 Jun. (Reuters/EP) -
La junta militar de Tailandia está llevando a cabo una remodelación sistemática que afecta a gobernadores provinciales y policías considerados leales al exprimer ministro Thaksin Shinawatra, en un aparente intento por minar su base de apoyo.
Un total de trece gobernadores, en su mayoría del norte y el noreste del país, donde la familia Thaksin cuenta con mayores apoyos, han sido recolocados en sus puestos, según ha indicado el Consejo Nacional para la Ley y el Orden (NCPO), nombre de la junta tras el golpe de Estado.
Asimismo, la junta está reestructurando la Policía, considerada desde hace años como un bastión de Thaksin y su hermana, la también exprimera ministra Yingluck Shinawatra. El propio Thaksin fue oficial de Policía durante trece años antes de dimitir y comenzar su carrera en los negocios.
El propio Thaksin fue derrocado en 2006 a través de un golpe de Estado, tras lo que el nuevo Gobierno, que contaba con el respaldo del Ejército, procedió a modificar la Constitución para limitar su influencia política.
Sin embargo, Yingluck se impuso en los comicios de 2011, tras lo que sus críticos le acusaron de ser una marioneta de Thaksin, que controlaría el país desde su exilio voluntario. La sociedad tailandesa se ha polarizado entre los simpatizantes de la Yingluck y su hermano Thaksin y sus detractores, que ven a estos exmandatarios como una amenaza del viejo orden.
El jefe del Ejército y nuevo primer ministro, Prayuth Chan Ocha, justificó el lunes las medidas represivas que se han sucedido al golpe de Estado, entre las que se incluyen la detención de unas 250 personas, la censura de los medios de comunicación y la prohibición de las reuniones.
Pese a la ley marcial y las prohibiciones instauradas por el Ejército, pequeños grupos de manifestantes todavía recorren las calles diariamente en Bangkok, donde no ha habido sucesos violentos de gravedad.
