CONAKRY, 26 Dic. (Reuters/EP) -
Todo el país está inmerso en los preparativos del funeral del fallecido presidente de Guinea Conakry, Lansana Conté, mientras la junta militar que ahora controla el país ya está solicitando el respaldo de las instituciones internacionales, sólo cuatro días después de perpetrar un golpe de estado aprovechando la debilidad política causada por la muerte del dirigente, para iniciar una hoja de ruta política que desemboque en unas elecciones democráticas en un plazo no superior a dos años.
De momento, los medios de comunicación oficiales han comenzado a poner canciones y música en honor de Conté, el general diabético y fumador empedernido que gobernó el país durante 24 años. Su reemplazo, el general Musa Dadis Camara, ha prometido limpiar la corrupción y el nepotismo que asola el país, con objeto de convocar elecciones para 2010 y mejorar las condiciones de vida con la ayuda de las instituciones internacionales.
"Lo que necesitamos ahora es el apoyo del Banco Mundial para que podamos disponer de las condiciones financieras necesarias para llevar a cabo esta misión", declaró el vicepresidente de la Junta, general Mamaduba Toto Camara.
De momento, hoy viernes ha sido declarado día de fiesta para que los ciudadanos guineanos puedan asistir al funeral de Conté, cuyos restos mortales serán exhibidos en la sede de Gobierno de la capital, el Palacio del Pueblo, así como en el estado nacional y en la principal mezquita del país, antes de ser trasladado a su ciudad natal para su entierro.
A pesar de que Estados Unidos, la Unión Europea y la Unión Africana han condenado el golpe, la Junta Militar se ha reafirmado en su intención de desvincularse de la políticas de Conté, que habían terminado por concentrar el poder en las manos de una pequeña élite de empresarios y militares. El general Camara cuenta, de momento, con un amplio respaldo popular y con el apoyo no muy ferviente de la oposición, que no ha condenado el golpe pero que ha solicitado anticipar un año la fecha de las elecciones.
