Knox asegura que pensó en suicidarse en la cárcel y que en la noche del asesinato estaba fumando marihuana

Actualizado: miércoles, 1 mayo 2013 16:04

NUEVA YORK, 1 May. (EUROPA PRESS) -

La joven estadounidense Amanda Knox, que fue primero condenada y posteriormente absuelta del asesinato de su compañera de piso británica Meredith Kercher en 2007, ha asegurado que la noche del homicidio ella estaba con Raffaele Sollecito en el apartamento del italiano fumando marihuana y viendo la película Amelie, al tiempo que ha admitido que durante los cuatro años que pasó en prisión pensó en varias ocasiones en quitarse la vida con una bolsa de plástico.

Las declaraciones de Knox forman parte de su libro de memorias, titulado 'Esperando a ser escuchada' y que ha salido a la venta este martes en Estados Unidos. El libro llega después de que la justicia italiana decidiera repetir el juicio contra Knox y Sollecito tras haber sido absueltos.

En sus memorias, la joven estadounidense defiende su inocencia, mantiene que esa noche estuvo con Sollecito en su apartamento y lamenta la persecución judicial que tuvo que sufrir y el trato que recibió en prisión. La joven subraya que esa noche estuvo con Sollecito fumando marihuana mientras ella leía en voz alta una edición en alemán de una de las novelas de Harry Potter y veían la película Amelie.

Sobre su estancia en prisión, asegura que impidió en tres ocasiones que le violaran, intentos perpetrados por dos empleados del centro penitenciario y por una reclusa.

"Hasta ahora nunca he contribuido personalmente a ninguna discusión pública sobre el caso, sobre lo que me ha ocurrido mientras estaba encarcelada, mi atención se ha centrado en el juicio y en los retos de mi día a día en prisión. Ahora que estoy libre, me encuentro en una posición para poder responder a las preguntas de todos. Estas memorias intentan fijar un relato justo", asegura Knox en una nota el editor incluida en sus memorias.

La joven estadounidense también mantiene en el libro que los agentes de la Policía italiana le abofetearon en la cabeza en varias ocasiones durante los interrogatorios previos a su periodo de detención preventiva antes de la primera condena, que fue posteriormente revocada en apelación.