TIRANA, 14 Nov. (EP/AP) -
Retrasar una resolución sobre el estatus final para Kosovo podría amenazar la estabilidad regional, aseguró hoy el primer ministro albano, Sali Berisha, después de que el viernes Martti Ahtisaari, el enviado especial de la ONU para la provincia serbia, postergara la publicación del informe sobre el futuro de Kosovo hasta después de las elecciones serbias el próximo enero.
En un principio se pensó poder dejar cerrado el capítulo del estatus final de Kosovo, administrada por la ONU desde 1999, antes de finales de este año. Sin embargo, las autoridades serbias decidieron cambiar la fecha de las elecciones a enero, con la intención de celebrarlas después de que se conociera el informe final. Sin embargo, Ahtisaari decidió entonces hacer lo mismo con la publicación de la decisión.
Berisha urgió a los albanokosovares a respaldar a su equipo negociador para "proteger los intereses nacionales europeos de los ciudadanos de Kosovo" e insistió en que dicho retraso podría traer problemas a la región. "Un nuevo retraso sobre el estatus final de Kosovo en este momento delicado complica la situación y estabilidad en Kosovo, como en la región", admitió.
Asimismo, Albania tachó de "inaceptable" la recién aprobada Constitución serbia, que considera a Kosovo como parte integral de su territorio. Berisha volvió hoy a rechazar el referéndum constitucional, ya que subrayó que un "Kosovo independiente, libre y democrático es la condición para la paz y la estabilidad", tanto en la disputada provincia como en la región.
Por otra parte, Berisha también apeló al Grupo de Contacto, cuyas seis naciones participan en las negociaciones sobre el estatus final, así como a la Unión Europea a rechazar cualquier cambio en las actuales fronteras de Kosovo, ya que, en su opinión, "alentaría a los aventureros y demonios de todos los nacionalismos balcánicos de vuelta a su pasado más oscuro".
