LISBOA 19 Jul. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
El presidente en ejercicio del consejo de ministros de la Unión Europea, Luis Amado, aseguró hoy en Lisboa que la resolución del problema de Kosovo no funcionará como moneda de cambio para la adhesión de Serbia a la UE.
En una rueda de prensa conjunta con el ministro de Asuntos Exteriores serbio, Vuk Jeremic, el jefe de la diplomacia lusa indicó que la adhesión de Serbia y la solución para el estatuto final de la provincia son "problemas independientes".
Esa idea también fue defendida por el ministro serbio que añadió que "Kosovo es un asunto muy delicado" y por eso "se tiene que tener mucho cuidado". "Tenemos que encontrar una solución de compromiso con la que todos estén de acuerdo", insistió Jeremic, que subrayó que Serbia "esté empeñada en la estabilización" del país.
El ministro portugués precisó que el estatuto final de Kosovo volverá a ser debatido en el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Externas, que se realiza el próximo lunes en Bruselas. En él, la presidencia portuguesa tendrá la función de "preservar la unión del Consejo para que la UE pueda ser un elemento de preservación en el proceso y no un factor de desestabilización" en relación a Kosovo, argumentó Amado.
El miércoles, los países occidentales presentaron en la ONU una nueva versión del proyecto de resolución sobre el futuro estatuto de la provincia Serbia de Kosovo, que ya fue rechazado por Moscú por considerar insuficientes las modificaciones introducidas.
Kosovo está bajo la administración provisional de Naciones Unidas desde 1999, después de los bombardeos de la OTAN para acabar con la represión de las fuerzas serbias contra la guerrilla independentista albanesa.