Kosovo.- El periodista Ricardo Angoso denuncia que Kosovo sufre desde 1999 una "limpieza étnica silenciosa y cobarde"

El autor de libro 'Kosovo. La herida abierta de los Balcanes' advierte de que "no se puede golpear a Serbia 'ad eternum'"

Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 20 marzo 2007 16:29

MADRID, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -

El periodista Ricardo Angoso denunció hoy que desde 1999 se vive en Kosovo una "limpieza étnica silenciosa y cobarde", en perjuicio de serbios, croatas y gitanos, que ha motivado que la composición étnica de la provincia serbia sea "muy diferente" en la actualidad respecto a la que había el año en que se produjo la ofensiva de la OTAN. Asimismo, advirtió de que cualquier solución sobre Kosovo debe respetar el Derecho Internacional, que las actuales propuestas de la ONU sobre la provincia llegan "en el peor momento" y que "no se puede seguir golpeando a Serbia 'ad eternum'".

"Nos vendieron que el Kosovo que pretendían lograr Solana y compañía sería democrátrico, multiétnico y plural, pero hoy en día no hay nada de eso", afirmó el periodista --en referencia al entonces secretario general de la OTAN y actual máximo representante para Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Javier Solana-- durante la presentación de su libro 'Kosovo. La herida abierta de los Balcanes', en la sede del Congreso de los Diputados, en Madrid.

"Desde 1999 han muerto más de 3.000 serbios, croatas y gitanos" y han sido expulsados 300.000 miembros de estas tres comunidades, aseguró Angoso. En Kosovo se está viviendo "una limpieza étnica, silenciosa y cobarde", aseveró el autor, sociólogo y periodista, que ha pasado largas temporadas en la zona de los Balcanes y que como observador electoral de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha visitado distintos países, entre otros Bosnia, Croacia y Montenegro.

"No se puede seguir golpeando a Serbia 'ad eternum'", advirtió Ricardo Angoso, para quien lo primordial es "que se consolide la democracia" en este país. Por ello, la actual propuesta del enviado especial de la ONU para Kosovo, Martti Ahtisaari --que contempla una especie de independencia tutelada y sobre la cual las dos partes no han podido acercar ni una sola de sus posiciones--, llega en "el peor momento".

"Es como si entre 1978 y 1979, en plena transición española, la comunidad internacional hubiera decidido apoyar a ETA", aseveró. Este "nuevo golpe a Serbia", añadió, sólo servirá para que los partidos ultranacionalistas "se hagan con el Gobierno y esta parte de Europa se vuelva irrecuperable".

Según Angoso, cualquier solución del futuro de Kosovo debe pasar por el cumplimiento de la Resolución 1244 de la ONU, que fue aceptada por Serbia. "Cualquier otra solución rompe el orden internacional, rompe los Estados, rompe Europa", advirtió.

La resolución 1244, aprobada el 10 de junio de 2002, establecía que Kosovo debía seguir siendo parte integrante de la entonces República Federativa de Yugoslavia, disponía una administración civil provisional a cargo de la ONU (la UNMIK), con la presencia de fuerzas de mantenimiento de la paz dirigidas por la OTAN, y aludía a la necesidad de una "solución definitiva" para determinar el "estatuto futuro" de Kosovo.

"Es cierto que Yugoslavia se ha dividido en seis repúblicas, pero también es cierto que había una base jurídica, la Constitución de 1974, que garantizaba la autodeterminación", afirmó el periodista. "No se pueden aceptar las mismas reglas para dos regiones que no eran repúblicas, la Vojvidina y Kosovo, que no tenían ese derecho a la autodeterminación y que son parte fundamental e integral de Serbia", añadió.

EL HECHO CONSUMADO

A su juicio, cualquier solución debería intentar volver a la situación anterior a 1999, pero en la actualidad "la composición étnica es muy diferente, el territorio ha sido limpiado". Por ello, aceptar la independencia en las actuales circunstancias supondría una "aceptación del hecho consumado, de la limpieza étnica, algo que no se hizo en el caso de Bosnia-Herzegovina", declaró.

Ricardo Angoso advirtió también contra el "defecto europeo de creer que nuestros valores democráticos son automáticamente aceptables en otras partes del mundo". En este sentido, afirmó que Occidente debería acabar con su sensación de "superioridad de sus valores" y su tendencia a "la imposición por la fuerza de los mismos". "Kosovo ha sido un estrepitoso fracaso de nuestras mal llamadas intervenciones humanitarias", manifestó.

La propuesta de Martti Ahtisaari no menciona expresamente la palabra "independencia" pero sí contempla que Kosovo goce de una amplia autogestión, que sería supervisada por la comunidad internacional, y que se conceda a la todavía provincia serbia todos los atributos propios de un Estado soberano --Constitución, bandera e himno nacionales--, así como el derecho a estar representada ante los organismos internacionales.

Kosovo ha estado bajo protectorado de la ONU desde 1999, cuando los bombardeos de la OTAN pusieron fin a la campaña de Serbia contra los separatistas albano-kosovares. La mayoría albanesa de la provincia quiere la independencia, pero Belgrado quiere que Kosovo siga formando parte de Serbia.

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