MANILA, 23 Ene. (EP/AP) -
El Gobierno de Filipinas ha emprendido acciones diplomáticas con el emirato de Kuwait para que se conmute la pena de muerte dictada recientemente contra una filipina que asesinó a puñaladas a su empleador, según informaron hoy las autoridades de Manila.
"Entendemos las presiones y la pena que sufre en estos momentos su familia, y le garantizamos que el Gobierno va a hacer todo lo que pueda para ayudarla", declaró un portavoz presidencial, Ignacio Bunye. "Mantengamos la esperanza en que los esfuerzos se verán coronados con el éxito", añadió.
Bunye precisó que la presidenta Gloria Macapagal Arroyo ha ordenado al Ministerio de Asuntos Exteriores que agote todos los medios diplomáticos y legales para salvar a Marilou Ranario, una profesora de 33 años de edad que se trasladó hace dos años a Kuwait para trabajar como empleada doméstica.
El encargado de negocios de la Embajada filipina en Kuwait, Ricardo Endaya, aseguró a través de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores que la legación ha conseguido el apoyo de dos diputados kuwaitíes en favor de Ranario y que la apelación contra la pena de muerte fue presentada inmediatamente después de ser dictada la condena, el pasado 28 de septiembre.
El tribunal kuwaití condenó a Ranario por el asesinato de su empleador, perpetrado el 10 de enero de 2005. La Embajada está también negociando con la familia de la víctima el pago de una compensación, un "dinero por sangre", a cambio de la vida de Ranario, una práctica legal y habitual en Kuwait y en otros países árabes.
