Líbano.- Benzo opina que la situación actual es "tan dura o más" que la que se vivió en la guerra entre Hezbolá e Israel

Actualizado: viernes, 6 julio 2007 16:01

Considera que la reconstrucción de localidades del sur por "terceros países como Emiratos Árabe Unidos o Qatar" ha ido a buen ritmo

BEIRUT, 6 Jul. (De la enviada especial de EUROPA PRESS Ana Pisonero) -

El embajador español en Líbano, Miguel Benzo, explicó hoy que "la situación que se vive ahora en el país es tan dura o más que la que se vivió durante la guerra del pasado julio" que durante 34 días libraron Israel y la milicia chií libanesa Hezbolá, a pesar de no poder comparar ambas realidades "por el número de personas que murieron entonces y el número muy inferior de ahora".

No obstante, a escasos días de que se cumpla el primer aniversario de la guerra, el embajador indicó en una entrevista concedida a Europa Press que "desde el punto de vista de la vida ordinaria de la gente", tanto las manifestaciones pacíficas encabezadas por Hezbolá y sus aliados desde el pasado noviembre, levantando tiendas de campaña para protestar contra el Gobierno del primer ministro, Fuad Siniora, como "las acciones terroristas que se han infiltrado en el campamento de refugiados palestinos de Nahr el Bared", donde desde hace seis semanas el Ejército libanés se ha estado enfrentando a milicianos de Al Fatá al Islam, presuntamente vinculados a Al Qaeda, "crean tensión", además de "una gran inseguridad entre la población y dan un imagen de incertidumbre respecto del futuro".

"Mucha gente está padeciendo esto desde el punto de vista económico: negocios que se vienen abajo, no hay visitantes que tiren de la economía en esta época del verano, hay menos oportunidades de empleo para los jóvenes.. constituyen signos externos de la situación difícil que se vive", explicó.

Respecto a los enfrentamientos librados entre la milicia Al Fatá al Islam y el Ejército libanés en el campamento de Nahr el Bared, ubicado en la ciudad portuaria de Trípoli, en el norte del país, Benzo explicó que en la "zona moderna" del mismo "las tropas habían conseguido destruir la resistencia, pero ahora se ha entrado a luchar en la zona más antigua, donde las características de las calles estrechas y los edificios hacen que les resulte más fácil a los guerrilleros de Al Fatá al Islam esconderse y salir para atacar, pero inmediatamente replegarse sin que los disparos del Ejército les puedan afectar".

Además, explicó que en el conflicto del norte "parece que hay grupos de población que de alguna manera actúan como escudos frente a unos ataques que no puede realizar el Ejército", y destacó que, a pesar de que "estos combates duran ya muchas semanas", en estos momentos "es muy difícil determinar si acabaran con la rendición de los que queden o si al final el Ejército matará a todos los rebeldes restantes, algo que permanece una incógnita".

En los enfrentamientos en Nahr el Bared, que estallaron el pasado 20 de mayo, han fallecido más de 150 personas, entre ellos al menos 84 soldados libaneses, 60 milicianos y 20 civiles, y han logrado retrotraer a la memoria de gran parte de los libaneses la época de la sangrienta guerra civil que se desarrolló entre 1975 y 1990 y que devastó al país.

Respecto a la situación de los 400.000 refugiados palestinos que se calcula acoge Líbano, repartidos por casi una docena de campamentos, Benzo reconoció que "es problemática", a pesar de que éstos operan "con independencia, más que con autonomía, incluso desde el punto de vista de su seguridad".

Después de que la guerra de los Seis Días de junio de 1976 con Israel provocara su éxodo masivo de los territorios palestinos, los refugiados "aceptaban una serie de limitaciones que les restringía a la hora de participar en la vida social fuera de esos campamentos", explicó el embajador, y a cambio "recibirían ayuda internacional para poder subsistir y montarían su propia vida económica en ellos".

Benzo subrayó la existencia de "voces que plantean en la actualidad la necesidad de cambiar esto" parar modificar "el estatuto" de los refugiados y "para abrir los campamentos y que los refugiados puedan salir de ellos e integrarse más en la sociedad libanesa". Sin embargo, admitió que "hay una resistencia muy fuerte a concederles, por ejemplo, la nacionalidad libanesa, puesto que (la situación del) país está basado en un equilibrio de comunidades confesionales y esto desequilibraría el mapa social y político en Líbano".

LA RECONSTRUCCIÓN

Los trabajos de reconstrucción en las localidades del sur del país, la más afectada por la pasada guerra con Israel, "han ido bien", a juicio del embajador, cuando los han llevado a cabo "terceros países como Emiratos Árabes Unidos o Qatar, porque con sus propios medios han organizado esta reconstrucción".

Sin embargo, explicó que "la gente y los grupos políticos del sur se quejan de que el Gobierno ha sido muy lento en la entrega de dinero a la gente para que reconstruyan sus casas" y por el hecho de que "también determinadas obras previstas no se han acometido y hay cierto malestar en ese sentido, aunque el Gobierno se defiende diciendo que ha gastado y entregado la mayor parte del dinero prometido para la reconstrucción y ha cumplido su parte o la cumple a un ritmo relativamente bueno".

Benzo explicó que, "quitando la parte de Dahiyeh --en el sur de Beirut y bastión de Hezbolá--, que realmente fue muy afectada por la guerra, prácticamente no se ha hecho casi nada, salvo quitar escombros y limpiar el barrio". "En cuanto a otras partes de la ciudad, algunos faros en la costa, o antenas de televisión, los puentes... están siendo reconstruidos o lo están ya", agregó.

"La reconstrucción va a un ritmo muy lento precisamente por esta confrontación entre el Gobierno y la gente de Hezbolá y de Amal", admitió, si bien precisó que "algunos edificios que se ven todavía en ruinas" en Beirut "son de la época de la guerra civil y no han sido objeto de reconstrucción desde entonces", algo que "puede crear confusión".