Líbano.- Cerca de 2.000 libaneses se manifiestan por cuarto día consecutivo para exigir la dimisión del Fuad Siniora

Actualizado: martes, 5 diciembre 2006 18:33

BEIRUT, 5 Dic. (EP/AP) -

Cerca de 2.000 personas se manifestaron hoy en torno al ataúd en el que descansan los restos del joven chií de 21 años, Ahmed Mahmoud, 21, abatido por un hombre armado sin identificar en la manifestación multitudinaria del pasado domingo, que originó una fuerte oleada de protestas, auspiciadas por la milicia chií libanesa, Hezbolá, hasta conseguir la dimisión del primer ministro Fuad Siniora que exigen.

El ataúd de Mahmud fue empleado como epicentro de la manifestación antigubernamental en la madrugada de hoy y fue trasladado a la plaza céntrica de Riad Solh, donde acampan desde hace cuatro noches simpatizantes de Hezbolá y del partido chií Amal.

Mientras, el despliegue de miles de tropas libanesas continúa en la capital donde, soldados y vehículos blindados toman posiciones en distintas localidades de Beirut, especialmente en las inmediaciones de la oficina de Siniora, donde muchos manifestantes han optado por levantar tiendas de campaña en las que trasnochar. Asimismo, hay soldados destacados en los barrios de mayoría suní y en los barrios mixtos, precisamente en los que se han desarrollado los principales incidentes entre manifestantes con todo tipo de palos, botellas y en ocasiones armas de fuego.

Por su parte, fuentes de seguridad, bajo condición de anonimato, aseguraron que dos personas resultaron heridas en la madrugada de hoy cuando distintas bandas de jóvenes chiíes intentaron sin éxito bloquear la carretera que lleva al aeropuerto de Beirut, al sur de la ciudad, mientras que un grupo de soldados consiguió evitar dicho bloqueo.

Por otra parte, el vicepresidente del Consejo Supremo chií, el jeque Abdul Amir Kabalanthe, se dirigió a los manifestantes que portaban banderas libanesas y de Amal durante el funeral del joven chií muerto. "Ya es suficiente que suframos por (culpa de) Israel", reconoció y, en este sentido, aseguró que "está prohibido luchar el uno contra el otro, provocar o maldecir al otro".

El comandante del Ejército libanés, el general Michel Suleiman, advirtió hoy de que las manifestaciones diarias y disturbios, que han entrado en su cuarta jornada consecutiva, pueden llegar a descontrolarse hasta debilitar la "neutralidad" del Ejército, en línea con lo que apuntan varios diarios locales, después de que en la madrugada de hoy se registraran nuevos enfrentamientos en Beirut.

"La ausencia de soluciones políticas, junto con los reiterados incidentes contra la seguridad, especialmente aquellos con cierto matiz sectario, agota los recursos del Ejército y debilita su neutralidad", aseguró Suleiman a Associated Press, quien subrayó además que tal "debilidad hará imposible que el Ejército controle la situación en todas las áreas de Líbano". Asimismo, Suleiman, que ayer se entrevistó con Siniora y con el cardenal y líder de la iglesia católica maronita Nasralá Sfeir, aseguró que el Ejército, a diferencia de lo que ocurrió en la pasada guerra civil libanesa (1975-1990), no se alinearía con las distintas opciones confesionales, como cuando entonces los soldados cristianos y milicianos se opusieron a las facciones militares musulmanas y otros grupos milicianos.

En este sentido, Suleiman reiteró que, a pesar de que el Ejército, en su opinión, no tiene nada que ver con el de antes, subrayó que "encontrar soluciones políticas es la mejor manera de mantener (al Ejército) neutral, fuerte y capaz de proteger al país, a los ciudadanos, instituciones y propiedades privadas y públicas".

En este contexto, Suleiman admitió la preocupación del órgano castrense por la crisis política, acelerada tras la marcha del Ejecutivo libanés de los dos ministros de Hezbolá y de los ministros afines al partido chií Amal y enraízada en la división entre los grupos políticos simpatizantes de Siniora, con el respaldo de la comunidad internacional, y los partidos más afines a régimen sirio.