Líbano.- El comandante del ala militar de Al Fatá lamenta que "Nahr al Bared parece Leningrado"

Actualizado: lunes, 28 mayo 2007 22:27

BEIRUT, 28 May. (EUROPA PRESS) -

El comandante del ala militar de Al Fatá, Bilal Aslan, quien ha permanecido en el campo de refugiados palestinos de Nahr al Bared, situado en las afueras de Trípoli, al norte de Líbano, durante la última semana denunció que "Nahr al Bared parece Leningrado", en alusión al cerco nazi de la ciudad rusa durante la II Guerra Mundial, al tiempo que criticó que "el Ejército no deja entrar a nadie en él (el campo de refugiados) para que nadie pueda ver las masacres que han cometido".

Según fuentes de Al Fatá, más de 100 civiles permanecen heridos en el interior del campamento de refugiados, de los cuales 10 revisten gravedad, aunque las cifras de víctimas mortales civiles entrados ya en el octavo día de cerco al campo resultan difíciles de determinar dada la imposibilidad del Ejército de entrar en cualquier campo de refugiados palestinos, en virtud de un acuerdo suscrito entre el Ejecutivo de Beirut y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en 1969.

Los intensos bombardeos que lanzó el Ejército libanés el pasado viernes contra Nahr al Bared provocaron la muerte de al menos cuatro civiles y decenas de heridos, según relataron testigos residentes a la agencia IRIN, destacando las escenas devastadoras en el campo tras una semana de enfrentamientos entre el Ejército y milicianos islamistas de Al Fatá al Islam.

Hasta el momento, se habla de 20 civiles, 30 soldados libaneses y hasta 60 milicianos de Al Fatá al Islam muertos en estos ocho días, cifra que la milicia rebaja a 10. Por su parte, el embajador saudí en Líbano, Abdul Aziz Khoja, en una entrevista publicada ayer por el diario 'Al Hayat' confirmó la muerte de cuatro milicianos en el campo de nacionalidad saudí.

La Cruz Roja Palestina, la única ONG que está prestando servicios de emergencia para evacuar a heridos y residentes que huyen del campo, cifró en 35 los civiles muertos y en 84 los heridos desde el comienzo de los bombardeos, el 20 de mayo, hasta el pasado viernes.

Por su parte, un empleado de la Agencia de la ONU para ayuda a los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Nahr al Bared, Jaled al Haj, en el que permaneció durante los primeros cuatro días de cerco, explicó a la agencia de la Naciones Unidas la difícil situación en el interior del mismo. "No hemos tenido electricidad, ni agua, ni comida", señaló, destacando que "amplias zonas del campo están completamente destruidas". "Nahr al Bared es un pueblo fantasma (donde) lo único que puedes hacer es oler la muerte", lamentó Al Haj.

Más de 200 residencias han resultado completamente destrozadas en el campo de Nahr al Bared, según Abu Jaber, un destacado líder de la comunidad de refugiados del campamento, además de otras cinco mezquitas, la última destruida fue la de Al Hawouz el pasado viernes, situada en el mercado central y antes sede de una improvisada clínica allí instalada por Cruz Roja Palestina. "El primer proyectil entró por la cubierta (...), la segunda y tercera rondas impactaron en la calle y luego la cuarta alcanzó la cúpula de la mezquita y la destruyó por completo", relató un testigo a IRIN.

Debido a que las cinco clínicas médicas del campo de refugiados no se encuentran operativas, Cruz Roja Palestina va a instalar dos hospitales de campaña temporales, explicó el doctor Abdel Aziz, del hospital Safad, también instalado por la ONG, en el vecino campo de refugiados palestinos de Beddawi. "Si la operación continúa estamos preocupados de que se produzca un gran número de civiles heridos", advirtió.

Fuentes del Ministerio de Defensa libanés reconocieron que el Ejército es consciente de que "muchos civiles han muerto" debido a los enfrentamientos que se han desatado en el campo, aunque subrayó que los soldados sólo tienen como objetivo de sus disparos presuntas posiciones de los milicianos.

Por otra parte, un grupo que se autodenomina el Ala de Al Qaeda en el Levante ha jurado llevar a cabo atentandos en Líbano y especialmente contra la comunidad cristiana del país a menos que el Ejecutivo de Beirut retire su Ejército de las afueras del campamento palestino. El pasado domingo falleció una mujer y otras 12 personas resultaron heridas en un atentado con bomba perpetrado en Ashrafieh, un barrio cristiano de Beirut, poco después de medianoche.