MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Ejército libanés ha anunciado que tiene en su poder a un comandante del Estado Islámico que estaba recibiendo tratamiento médico en el valle de Bekaa por las heridas sufridas en los recientes enfrentamientos en la localidad de Ras Baalbek.
Los militares libaneses han informado en un comunicado de que se trata de Hasán Ghorli, alias Abu Hareth al Ansari, "uno de los terroristas más peligrosos que se han detenido" hasta ahora en el país árabe.
Ghorli fue arrestado el 3 de marzo por participar en los combates que tuvieron lugar el pasado mes de agosto en la localidad de Arsal, en la frontera con Siria, y por el ataque perpetrado el 23 de febrero contra el puesto de control en Talet al Hamra, en las afueras de Ras Baalbeck.
En este último ataque, Ghorli resultó herido, por lo que fue trasladado a un hospital libanés, donde habría confesado que pertenece al Estado Islámico y que lideró un grupo armado que juró lealtad a los milicianos suníes en julio de 2014.
Ghroli también habría confesado que esperaba relevar a los milicianos del Estado Islámico que retienen a los soldados y policías libaneses que fueron secuestrados en los enfrentamientos del pasado verano en Arsal.
El supuesto yihadista habría asegurado que presenció el asesinato del soldado Alí al Alí y habría revelado la identidad de los milicianos suníes que decapitaron a los militares Alí al Sayyed y Abbas Medlej.
Sin embargo, han surgido versiones contradictorias sobre Ghorli, entre ellas que sería un miembro del Frente al Nusra --la rama siria de Al Qaeda--, no del Estado Islámico, de acuerdo con una fuente de los rebeldes sirios citada por 'The Daily Star'.
Esta fuente asegura que Ghorli resultó herido de gravedad en los enfrentamientos entre el Frente al Nusra y el Estado Islámico ocurridos en las afueras de Ras Baalbek el 23 de febrero.
