BEIRUT 2 Feb. (EP/AP) -
Los principales clérigos suníes de Líbano, en un intento de evitar que el país se vea sumido en una nueva guerra civil, han emitido un edicto religioso prohibiendo a los musulmanes matar a sus compatriotas, especialmente los musulmanes, o atacar las propiedades públicas y privadas.
La semana pasada, el líder de la milicia chií libanesa Hezbolá, jeque Hassan Nasralá, emitió una 'fatwa' similar tras uno de los peores enfrentamientos sectarios en años. Los clérigos cristianos maronitas también pidieron una "tregua entre los hijos de la nación".
"Está prohibido religiosamente participar en enfrentamientos con hermanos libaneses en general y musulmanes en particular y a atacar propiedades privadas y públicas", indicó en un comunicado el Consejo de Estudiosos Libaneses, un organismo suní, que fue publicado hoy en los diarios del país.
Asimismo, este organismo pide a la oposición, encabezada por Hezbolá, que ponga fin a su sentada en Beirut, con la que busca derrocar al Gobierno del primer ministro Fuad Siniora, y "regresar a sus instituciones constitucionales para asumir sus labores políticas".
Las protestas callejeras, añade, "no producirán ningún resultado sino ampliar las divisiones" por lo que los religiosos suníes pidieron a los líderes políticos a "mejorar sus discursos" para evitar una situación que lleve a una guerra civil. El mejor modo para resolver la crisis actual, agrega el comunicado, es reactivar el diálogo que se suspendió en noviembre pasado.